‘Julio Cesar’/Shakespeare/Paco Azorín/Mario Gas
¿Justicia o asesinato?
La versión de ‘Julio César’ que firma Paco Azorín tiene la gran virtud de dejar abierta a la decisión del público la verdadera naturaleza de la muerte de Julio César. ¿Fue un acto de justicia para salvar la libertad y la República romana de la ambición de un tirano o únicamente un vil crimen que respondía a intereses espurios? Gran virtud porque el teatro debe plantear interrogantes más que ofrecer respuestas, cediendo al público la responsabilidad de responder. En este caso, a una cuestión que la historia aún no ha terminado de dilucidar del todo. Cuál era la verdadera ambición de Julio César, es una pregunta cuya respuesta murió aquella mañana de los idus de marzo del año 44 a. de C. en la cámara del senado romano, pero quienes le mataron, eran miembros de una oligarquía cuyos interés poco tenían que ver con la libertad que reclamaban y para quienes la República era la mejor manera de salvaguardar esos intereses.
Respecto al texto shakesperiano, Azorín ha realizado una poda importante. Los treinta y cuatro personajes quedan reducidos a ocho y desaparece la mayor parte de los actos cuarto y quinto, centrando la acción en la conspiración contra César, el crimen y la posterior guerra civil. Esta lectura se puede compartir o no, pero lo cierto es que presenta un relato completamente coherente con la misma lógica de la representación y con el texto de Shakespeare.
Más dudas presenta la innecesaria actualización del relato, recurriendo a un vestuario que recuerda demasiado la famosa producción de Orson Welles en el Mercury Theatre de Nueva York, en la que vistió a los personajes con uniformes semejantes al de las escuadras fascistas de Mussolini. Tal contemporaneización resulta prolija y aporta bien poco al sentido del texto y la representación.
La puesta en escena presenta una acertada sobriedad en la que pesan sobre todo la palabra, el movimiento, el uso del espacio y el trabajo interpretativo, esto es, una puesta en escena en la que priman los elementos más esencialmente teatrales. Magnifico el diseño de luces y muy apropiada la escenografía (un gran obelisco, catorce sillas y una pantalla en la que se proyectan imágenes y carteles). En cuanto al trabajo interpretativo, es notable en su conjunto, con momentos sobresalientes de Tristán Ulloa y Sergio Peris-Mencheta.
Joaquín Melguizo
Publicado en Heraldo de Aragón 15 de diciembre de 2013
Obra: Julio César
Autor: William Shakespeare.
Produce: Festival de Mérida, Teatro Circo de Murcia y Metaproducciones.
Intérpretes: Mario Gas, Sergio Peris-Mencheta, Tristán Ulloa, José Luis Alcobendas, Agus Ruiz, Pau Cólera, Carlos Martos, Pedro Chamizo.
Iluminación: Pedro Yagüe.
Vestuario: Paloma Bomé.
Versión, dirección y escenografía: Paco Azorín.
Teatro Principal de Zaragoza
13 de diciembre de 2013