Negro & negro

Intoxicación informativa

El otro día en una televisión española mostraban el caso y la indignación por lo que le había sucedido a una chica española que había ido a Bélgica a vivir con su novio. Tras varios meses sin conseguir trabajo la llamaron desde la extranjería belga y después de solicitarle el permiso de residencia se lo confiscan y le invitan a abandonar el país. Poco después, consiguió trabajo y ahí se quedó todo para fortuna de la chica. En la información mostraban su indignación y denunciaban los hechos y la injusticia sufrida por una ciudadana española.

Unos días más tarde, suceden los hechos en Ceuta en los que la Guardia Civil dispara hacia unos inmigrantes exhaustos que intentan llegar a la costa española. Al final mueren muchos de ellos. La Guardia Civil cuenta los hechos a su manera hasta que grabaciones particulares sacan a la luz otra realidad bien distinta de lo que allí sucedió. Pues bien, en esa misma televisión, muy española ella, llevan días y días «machacando» y justificando lo sucedido. Que si son más de 30.000 personas las que quieren pasar a España, que si tiran piedras, que si muchos de ellos se comunican con sus familias a través de Internet, que si luego hay que vestirlos, que si los albergues preparados para estos casos están colapsados, que si lo celebran y se alegran, que si… Los voceros del Régimen lejos de investigar los hechos, se dedican a justificar una manera de actuar que seguro, que esos mismos medios denunciarían si se hubiera tratado de españoles. Si fueran españoles los que nadaran a la costa guineana, por poner un ejemplo, y fueran recibidos así…¿qué pasaría?. Pero claro, no son españoles. ¡Qué crueles son en Bélgica!

Sé que las gentes de las artes escénicas somos tan insignificantes como esas personas que anhelan una vida mejor. Somos insignificantes pero tenemos la creatividad, y sobre todo, la palabra. Viendo esas imágenes me alegro infinitamente que «fronteras» sea el lema de dFERIA en esta edición de 2014. Fronteras, no únicamente en el sentido de territorio. En un sentido más amplio, porque no únicamente existen fronteras políticas. Hay muchas más. Existen muchas más. Carlos Gil ha diseñado una mesa debate en dFERIA sobre lo que él llama las «aduanas invisibles», techos de cristal tan eficaces que condicionan gravemente y generan impedimentos a las personas. A veces por motivos económicos, otras por motivos de género, o por motivos de clase, por motivos étnicos, por motivos culturales, por motivos físicos, por su discapacidad…Aduanas cuestionables que levantan muros y paredes hacia aquellos que más ayuda necesitan. Siempre hacia las gentes más desfavorecidas. Será una mesa de reflexión y debate que llega con más actualidad de lo que nos hubiera gustado. Luchemos por un mundo más justo porque estoy convencido de que ¡SÍ SE PUEDE!. Seamos críticos con los voceros del Reino, no nos creamos todo lo que nos cuentan y exijamos más justicia y más humanidad. La misma que queremos para nosotros. La misma que queremos para nuestra gente cuando tiene que irse a cualquier otro lugar del mundo.


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