Fast Forward Festival o nuevas formas de percibir el teatro
Nuevas tecnologías, nuevos medios, nuevas formas. Bajo este lema se organiza por primera vez un Festival que aspira a introducirnos en el teatro del futuro, a través de las propuestas híbridas y polifacéticas que corren a cargo de compañías internacionalmente consagradas. El 1er Fast Forward Festival (FFF) se celebra en el «Techo de Letras y Artes de la Fundación Onasis de Atenas», cuya infatigable Directora Artística, Katia Arfará se ha empeñado exitosamente en convertir a la Fundación en un centro de gestación de las nuevas tendencias artísticas, así como en un canal de comunicación y de diálogo entre el mundo artístico nacional y internacional.
Pero que nadie se engañe: no esperen sentarse en una butaca roja y ver una representación. Según Arfará, que coordina el FFF, «hoy en día, el teatro se puede hacer incluso en la ciudad, en sus calles, plazas y estaciones – puede que éste sea el nuevo teatro político, aquel que nos invita a cambiar las condiciones en las que se ve un espectáculo».
A continuación, la directora artística de la Fundación nos ayuda a hacernos una idea de lo que nos espera durante el Festival: «se nos brindará la oportunidad de descubrir nuevas tendencias y propuestas híbridas por excelencia que superan con creces, y al mismo tiempo extienden las fronteras de las artes. Sin embargo, no se trata solamente de nuevas formas, sino de verdaderas revoluciones en la manera en la que estamos acostumbrados a ver y a percibir el teatro. Los artistas y las compañías del FFF utilizan las nuevas tecnologías como un medio dialéctico con el fin de redefinir el papel del espectador, el lugar que ocupa el arte en el lugar público, los límites entre el activismo y la acción artística. No es casualidad que en el marco del 1er Fast Forward Festival, el teatro salga del edificio de la Fundación y se traslade en las calles de Atenas, en una tentativa de establecer un diálogo directo con la realidad sociopolítica actual.»
El FFF constituye una exploración de cómo será el teatro en un futuro y para este fin, moviliza cámaras digitales, ipod, teléfonos móviles, la Red, cinema en directo, técnicas del documental y del montaje, en unos espectáculos interactivos que combinan distintas vertientes artísticas. Porque según el sitio web de la Fundación «el teatro de la nueva era es inquieto y híbrido, un collage de artes, de técnicas y de medios, una experiencia total, insólita y fascinante, directamente vinculada con los logros tecnológicos, la alerta política social y las preocupaciones a escala mundial.»
Entre las propuestas del Festival, destaca la de Dries Verhoeven. El consagrado director y artista plástico, un viejo conocido de los amantes de teatro españoles por su participación en el Festival Valencia Escena Oberta (VEO) en el año 2010, monta en las calles de Atenas una representación/acto político. Veinte espectadores se encontrarán en una estación de metro céntrica de la ciudad con veinte inmigrantes económicos y refugiados políticos. Cada espectador dispondrá de un iPod que le transmitirá información sonora y seguirá «su propio» inmigrante-guía en un paseo revelador. De los auriculares, el espectador escuchará la vida del inmigrante, quien podría ser perfectamente su guía en las calles de la cuidad. Espectador y guía establecen una insólita relación de vecindad, ya que el primero se deja llevar por el segundo en un recorrido por una parte desconocida de la ciudad. Según el artista holandés, «la coyuntura es tan urgente que exige una respuesta emocionante, poética y repleta de sentido en la pregunta qué puede significar «ambiente interculural».»
Los invitados más famosos del FFF son Rimini Protokoll. La eminente – desde hace quince años – compañía vanguardista alemana participa en el Festival con su propuesta «Situation Rooms». Se trata de una actuación interactiva que remite a un videojuego en directo y trata el uso de armas. La propuesta se celebra en el Centro Cultural «Elinikós Kosmos» que se ha convertido en un escenario cinematográfico, integrado por veinte habitaciones autónomas. Mediante proyecciones de video, documentos sonoros y objetos personales, cada habitación remite al microcosmo de una persona involucrada en el comercio internacional de armas.