¿De qué sexo es la palabra?

La dialéctica: dominar, sumisión

Uno piensa en el mercado y en las tensiones de poder por las que históricamente hemos combatido. El débil sometido por el conquistador sin tapujos. La lucha de los imperios, barbaries, colonizaciones, dictaduras, ideologías sosteniendo crímenes. Ha habido un desfiladero, una galería humana potente, en algunos casos de claras repeticiones, luego modernos perfeccionamientos sobre el capital obejtivo.

Pero si podemos abstraernos del mercado concreto y la tensiones laborales, de concentración de poder, las luchas políticas, de economía o sindicales. Si vamos directamente al centro de lo humano, esa espiral viscosa que no nos deja detenidos en un solo espacio orgánico. La biología se encarga de descontrolar la situación,¿cómo sería?

¿De qué estamos hablando? Corriendo velos de machismo, feminismo, despojando pensamientos adquiridos, estudios revelados, investigaciones de género o intenciones de equidad. No, no va por ese lado. Intento ir un poco más lejos, más desnudo aún el asunto humano, despojar todo, deshojar, sin desolloar, sin lastimar, aunque, ¿se pueden quitar las capas sin herir? Somos construcciones culturales, ¿qué será el desnudo? ¿Habrá, podremos llegar a ese lugar íntimo, privado y en soledad? ¿Todavía sobrevive?

Si voy hacia la intimidad última, la que viene después de los discurso, del amor, del capricho, la vanidad, el narcisismo, los celos, el deseo, esa intimidad que nos deja frágiles y miserables, un bichito acurrucado contra sus partes abiertas. ¿Se mantiene la dialéctica entre dominar y la sumisión? ¿Cómo será experimentar el otro lado? Solamente pensarlo, conversarlo y probarlo. Un acuerdo, un secreto, en la intimidad acotada de dos seres que quieren verse en el mismo lugar las luces y las sombras, compartir la mesa, la cama, el discurso. Ser, seres culturales, intelectuales hasta la premisa de pensarse en el otro lugar combatido, ¿se puede, para qué?

Colocarme de rodillas para alguien, acordar: seré tu sumisa, me dominarás.¿Para qué?

He probado, conozco lo que el control provoca en mí, sé quien soy cuando domino, ¿sé quién soy cuandos soy sumisa, me he visto en ese abismo, conozco mis reacciones, mis emociones, sé de mis estrategias? No he probado ninguno de esos sabores, desconozco cualquier tipo de inteligencia bajo ese territorio. Verme abierta y protegida, en el beneficio de la experiencia buscada, ir por esa oscuridad, ¿será oscuridad?¿Por qué mantenemos esos enfrentamientos?


Mostrar más

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba