Teatro y cultura en tiempos revueltos
Europa vive momentos históricos. Según los resultados de las elecciones europeas, entre los deputados que ocuparán los escaños del Parlamento Europeo de cara al próximo mandato habrá un gran número de euroescépticos, ultraderechistas, neonazis y populistas. Por lo visto, la crisis económica y social por la que atraviesa Europa, abre el camino para una crisis aún más profunda, una crisis visceral que da rienda suelta a un repliegue nacional, a una vuelta al discurso nacionalista de antaño cuyas consecuencias no se pueden valorar todavía.
En lo que concierne a la cultura en general y al teatro en particular, las manifestaciones de este resurgimiento del fantasma del fascismo en diferentes países europeos se producen bajo diversas formas.
Así pues, en Grecia, hace aproximadamente un año y medio, diputados del «Amanecer Dorado», la formación neonazi que acaba de sacar un 16%, un 11% y un 10% en las últimas elecciones municipales, regionales y europeas griegas respectivamente, junto con ultra religiosos y grupos eclesiásticos, consiguió suspender la representación de la obra «Corpus Christi» del dramaturgo americano Terence McNally, dirigida por Laertis Vasiliou, porque la consideraban un ultraje a la religión cristiana y a la imagen de Jesús Cristo. La obra de McNally retrata a Jesús y a sus discípulos como homosexuales. Por si fuera poco, las cámaras captaron un vídeo en el que el entonces diputado neonazi, quien acaba de presentarse como candidato del «Amanecer Dorado» en las elecciones regionales, amenazaba a los actores y actrices, así como a los integrantes de la producción.
En España, hace tres años, dos individuos irrumpieron en la obra «Gang Bang» en Barcelona al grito de «Viva Cristo Rey, viva Franco» y, aparte de interrumpir la función, amenazaron a los actores con un taburete, además de tirar bombas fétidas. La polémica estalló porque Gang bang transcurre en un local de contactos sexuales entre hombres, llamado La Luz, que experimenta un incremento del número de clientes durante la vigilia de la visita de Papa a Barcelona gracias a los peregrinos. En las propias palabras del dramaturgo y director de la obra después de lo ocurrido Josep Maria Miró, una de las voces más innovadoras del teatro contemporáneo catalán, se refleja el miedo de lo que se está perfilando en todo Europa y que dábamos por propio de otras épocas pasadas: «Que alguien pretenda pasar la tijera a una obra me recuerda a una época que afortunadamente no conocí, puesto que nací en 1977.»
Manos Chatzidakis, uno de los más prolíficos, influyentes e importantes compositores griegos del siglo XX, cuya fecunda colaboración con el Teatro Nacional Griego, nos heredó joyas musicales compuestas para las principales tragedias clásicas, había dicho en su momento sobre el fascismo: «El nazismo, el fascismo, el racismo y todo patrón de conducta antisocial y antihumana no emana de ninguna ideología, no contiene ideología, no compone ideología. Es la manifestación ampliada de la bestia que tenemos dentro y que crece sin ningún tipo de trabas cuando las coyunturas sociales o políticas contribuyen, ayudan, refuerzan su cruel y antihumana presencia.
La única arma para luchar contra la bestia que llevamos dentro es la Educación. La Educación real y no la enseñanza irresponsable y la información sin juicio y sin inquietante y cuestionable inferencia. Esta Educación que no baja jamás la guardia y tampoco complace al estudiante, sino multiplica sus preguntas y su inseguridad. Sin embargo, esta educación no se ve nunca favorecida por ninguna formación política y por ningún gobierno, porque crea hombres libres y ciudadanos insumisos que no son útiles para el juego del poder, de los partidos y de la política.»
Y es precisamente esta educación de la que hablaba Chatzidakis la que más se echa en falta durante la crisis. Así pues, dicha educación, en vez de reforzarse se ve todavía más debilitada. Prueba de ello, los fondos destinados a la educación y a la cultura que en la totalidad de los países europeos sufren importantes recortes. Respecto al teatro, las subvenciones para el teatro independiente sufren severos recortes, si es que siguen todavía en pie. Además, los teatros nacionales, que en un principio han de apostar fuerte por nuevas formas teatrales, por la nueva dramaturgia y por el diálogo entre las dramaturgias de diferentes países al no depender exclusivamente del éxito en la taquilla, optan cada vez más por un teatro fácil y ligero, recorriendo a las estrellas de la tele y del teatro comercial para asegurarse «económicamente» la producción.
La falta de educación y de cultura constituye un terreno fértil para el debilitamiento y el desmoronamiento de la democracia y de las instituciones que la sostienen, mientras que la coyuntura de la crisis da rienda suelta a las aspiraciones de quienes sueñan con el poder total. La gente de las artes y de las letras tenemos que actuar ya y no sentirnos ajenos al proceso, si no queremos que lo que a Josep Maria Miró y a todos nosotros nos parecían hechos pertenecientes a un pasado que no conocimos, vuelvan a socavar los cimientos de lo más sagrado para las personas…