La voz antigua

Casi sin palabras

A veces uno se queda sin palabras para decir todo lo que piensa, todo lo que siente, todo lo que no sabe si siente o piensa pero que le aflora por los poros de la piel.

Sin saber que decir escribo intentando encontrarle un sentido a las palabras que se agolpan ante los dedos de mis ojos.

Palabras que forman pequeños regueros de pólvora que no harán explotar ninguna conciencia porque ninguna estaba allí. Cerrado por vacaciones rezan los carteles en las calles, cerrado por inmundicia deberían rezar los carteles de aquellos que aprietan los gatillos en la corta o en la larga distancia.

Hay palabras que llegan en forma de música y trascienden al intelecto y se nos instalan en las entrañas resonando en las paredes de las piedras de las catedrales que acogen a los sonidos que ejecutan rituales paganos.

Hay palabras que en la palabra se esconden, jugando al escondite con nuestra razón adormecida por tanta muerte que se nos antoja lejana pero que llama a nuestra puerta con cada vez mayor insistencia.

Palabras que se te escapan de los dedos cuando menos te lo esperas y que te dejan mudo con una mirada implorante en los ojos.

Palabras que separan y palabras que encuentran, palabras que son puñales que nos desangran poco a poco en una muerte cierta.

Palabras que no soy yo pero me definen.

Palabras de las que escapo y palabras que me persiguen.

Palabras que en tus labios son néctar y veneno al mismo tiempo.

Palabras que busco en sueños siguiendo una coreografía indescifrable.

Una noche vi luces que me llamaban desde lo alto, alcé los brazos intentando alcanzarlas llena de gozo, al despertar no estaban allí, la habitación era la misma de siempre.

Palabras que se deshacen cuando una llamada destruye el proceso creativo, el flujo de palabras se disuelve ante tus ojos mientras con tus dedos atrapas retazos de sonido que se articulan inconexos.

Todo son palabras y las palabras que no son nada cuando vacías de alma se cargan de desesperanza.

Palabras que se escudan en la incomprensión del idioma.

Palabras que saltan barreras y abrazan lo inconmensurable.

Primero fue la palabra y un pájaro llevaba una rama de olivo en la boca escapando de las balas.


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