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Los últimos espectáculos de Tanttaka Teatroa y Aukeran Dantza Konpainia en el Teatro Arriaga

El Teatro Arriaga acoge del 29 al 31 de enero las versiones en euskera y castellano de la última producción de Tanttaka Teatroa ‘La calma mágica’ y ‘Barealdi magikoa’ que darán paso el 1 de febrero a la puesta en escena de ‘Geltokia’ última creación de Aukeran Dantza Konpainia que dirigie Edu Muruamendiaraz.

 

El Teatro Arriaga alberga el nuevo montaje de la compañía Tanttaka Teatroa, producida conjuntamente con el Centro Dramático Nacional. Se trata de ‘La calma mágica’ (‘Barealdi magikoa’ en euskera), una obra que se representará tanto en castellano como en euskera, de ahí que cuente con dos repartos alternativos, si bien algunos intérpretes participan en las dos versiones de esta creación de Alfredo Sanzol, que él mismo dirige.

El elenco de la versión en castellano de La calma mágica está integrado por Sandra Ferrús, Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia, Aitor Mazo e Iñaki Rikarte, todos ellos con reconocidas trayectorias no solo en teatro, sino también en cine y televisión.

La interpretación de Barealdi magikoa corre a cargo de Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia, Jose Kruz Gurrutxaga, Itziar Ituño y Martxelo Rubio. Las dos primeras forman parte, por lo tanto, de los dos repartos. Además, interpretan a distintos personajes en euskera y castellano, lo cual demuestra su versatilidad.

Se ofrecerán cuatro funciones de la obra, dos en cada idioma. Las dos primeras serán en euskera y tendrán lugar el jueves 29 de enero, una matinal a las 11:00 y la otra por la tarde, a las 20:00. Las dos funciones en castellano están programadas para el viernes 30 y el sábado 31 de enero, ambas a las 20:00 horas.

Iñaki Salvador se ha encargado de la música de La calma mágica, cuya escenografía es de Alejandro Andújar. Por otra parte, la traducción de los textos de Barealdi magikoa ha corrido a cargo del escritor Harkaitz Cano.

Sinópsis de la obra

Oliver es un hombre que quiere cambiar de vida. Durante una entrevista de trabajo su futura jefa le ofrece probar unos hongos alucinógenos. Oliver comienza a ver que en el futuro se quedará dormido delante del ordenador y que un cliente le grabará con el móvil dando cabezadas. Oliver querrá que el cliente borre ese vídeo del móvil, y el cliente no querrá.

De la lucha de dos cabezones nace esta historia de búsqueda de la dignidad y del sentido de la vida. Un viaje iniciático que nos va a llevar a África, a los elefantes rosas, al amor, a la obsesión, a los allanamientos de morada, a las escopetas de caza, al alcohol, a la traición, a los sueños robados y a los manantiales de los que surge el agua de la vida.

A medida que transcurre el tiempo, los sueños y la realidad llegan a tener el mismo valor entre los recuerdos. Todo lo que ha sucedido en la realidad se mezcla con lo que pudo suceder. Y, como la realidad deja rápidamente el espacio a los sueños, el pasado se parece cada vez más al futuro.

Por su parte el 1 de febrero es el día en el que Aukeran Dantza Konpainia pondrá sobre el mismo escenario su última creación, ‘Geltokia’, dirigida por Edu Muruamendiaraz. Miren Agur Meabe, autora de su guión lo presenta así: «La vida, entendida como un viaje; las maletas, metáfora del individuo y de las probabilidades que contiene, constituyen el elemento de cohesión en un proceso vital donde actúan fuerzas y capacidades comunes para todos».

«Cada viajero carga con su equipaje y se desplaza. Así, la alternancia de las casillas blancas y negras del tablero de ajedrez reflejan la tensión de binomios contrapuestos y complementarios: el tiempo y el espacio, la noche y el día, el amor y las pérdidas… En ese juego confluyen estrategia, reflexión, avance y pausa, y pelea contra el adversario, que a veces está dentro de uno mismo».

«Y en el último tramo —la edad del recuerdo donde la soledad tiene tantos nombres—, maletas ajadas a punto de vaciarse. El tiempo transcurrido es largo, y el presente se deshace torpemente. Los relojes retratan nuestro ser pasajero».

«La estación resulta ser el comienzo de un exilio: una parada en la felicidad, la negación de la eternidad.»


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