En cartel

Teatro Español y Barco Pirata llevan al Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz ‘Continuidad en los parques’

La obra ‘Continuidad de los parques’ de Jaime Pujol dirigida por Sergio Peris-Mencheta sube al escenario del Teatro Principal de Vitoria-Gasteiz el 6 de febrero. Esta coproducción de Teatro Español y Barco Pirata está protagonizada por Roberto Álvarez, Fele Martínez, Gorka Otxoa y Luis Zahera.

 

En Continuidad de los parques, Roberto Álvarez, Fele Martínez, Gorka Otxoa y Luis Zahera, interpretan a más de 20 personajes, que se cruzan, chocan, encuentran y «desencuentran» en un parque. El parque, ese trozo de verde en medio del cemento, del ruido y de la «multitudinaria» soledad de las ciudades. Allí, en un parque, se apaciguan los ruidos exteriores y los interiores, se modifican los olores, el ritmo, el latido. En un parque cambian las reglas del juego, y uno se encuentra consigo mismo. Y, puede que gracias a eso, se encuentre también con el otro. ¿O es al revés? ¿Es el encuentro con el otro el que propicia que uno se descubra a sí mismo?

La obra disecciona, a través del humor, el dilema entre tu verdad, mi verdad, y la verdad, y es el espectador el que finalmente elige su propia aventura. Continuidad de los parques bebe del espíritu de los relatos de Roald Dahl y de Saki. Su afán común es el de sorprender, con ingenio y sentido del humor; componer situaciones donde el desenlace imprevisto de sentido a la extrañeza inicial. Los personajes adquieren su verdadera dimensión, su comportamiento «coherente», una vez sobrepasan el umbral de lo incomprendido. Y precisamente como consecuencia de ese conocimiento equívoco y parcial, el espectador puede disfrutar del desconcierto y el regocijo.

Continuidad de los parques nos da una visión distorsionada de la realidad a través de la mirada de algunos de sus personajes. En casi todas estas piezas existe una clara dualidad entre locura y racionalidad, una confrontación entre el inconfundible mundo exterior observado por un personaje y la visión modificada, desde el interior, por parte de otro personaje. Y en ese, digamos, conflicto, el individuo racional y pasivo acaba entrando en el juego del antagonista, ya que es contagiado o conducido hacia el desequilibrio, el paroxismo o el placer que le procura esa nueva visión de la realidad.


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