Negro & negro

Actores

¡Qué papelón! El otro día escuché una entrevista a González Pons en televisión. Me pareció un actor de primera. Hizo gala de un aplomo asombroso, una insospechada capacidad para dar la vuelta a las preguntas y reinventarse los argumentos. Mostró una seguridad en si mismo y un savoir faire ante las cámaras que muchos profesionales quisieran para sí. El personaje lo tiene perfectamente integrado. Incluso domina los silencios y el lenguaje no verbal. En improvisación tampoco flojea ¿Se equivocó de oficio? Seguramente no. Quizás sea, sin serlo, uno de los actores mejor remunerados en España desde su retiro entre Estrasburgo y Bruxelas, ideal para continuar profundizando en el Arte de Dionisio.

Vivimos en una sociedad que se ha vuelto loca. Artistas aclamadas como heroínas cuando salen en permiso penitenciario. Actores que hacen política. Periodistas que se convierten en divas de la nada. Personajes que se forrán por contar sus miserias. Presentadores que se consideran actores, cantantes,… sin ninguna autocrítica se presentan ante el público. Vivimos en una sociedad en la que los modelos que se presentan a la gente joven no pasan por estudiar, prepararse, esforzarse, ir al teatro… No pasan por trabajar, sufrir, superarse… Lo ideal es el éxito fácil cueste lo que cueste, a pesar de la credibilidad personal, a pesar de presentarse como un pazguato ante la opinión pública. La sensibilidad y el arte desaparecen de la escena pública empujados por la mala educación, el insulto y la ignorancia más absoluta. Cuanto más inculto o inculta se sea mejor. Lo vasto Reina, lo zafio se impone… Con un…»es que yo soy así», todo solucionado.

Mientras esto ocurre ante nuestros ojos, los gonzalez pons de turno han regalo a la juventud española contratos basura, contratos en práctica, cursillos y talleres de reciclaje, recortes en becas y subida de tasas… Los salarios mínimos son el equilavalente a lo que se gasta un político de estos en un día, o en medio… Los contratos indefinidos…¿qué? La Libertad de Expresión pisoteada, los derechos conseguidos con tanta lucha en épocas no tan lejana en la UVI.

Les preocupa más que se pite un himno en un partido de fútbol que solventar los problemas reales de su país. Solo se les ocurre sancionar y sancionar. La autocrítica no existe, el análisis del porque de las cosas brilla por su ausencia. Ni desahucios, ni paro, ni abusos, ni salarios basuras, ni IVAs abusivos…lo más grave en España es pitar el hinmo. Podríamos hacer el Decálogo Real del trinfador español…pero para qué deprimirse.

Lo que ocurre es que por muy bueno que sea un espectáculo, por muy grande que sea un actor tiene que haber un público que quiera entrar en la ficción y creerse la historia. Lo que está ocurriendo es que el público ya no les cree por muy bien que representen. Ya no venden entradas, ya no llenan teatros…pasarán a la historia negra. Hay que hacerles pasar sin dudar a la historia para que sigan representando sus papeles en su c a s a. Todo por los actores y por el Teatro. Y no es radicalismo izquierdista, es sencillamente sentido común.


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