Estreno de ‘Ninette y un señor de Murcia’ en el Teatro Calderón de Valladolid
Coproducción entre la compañía La Ruta Teatro y Teatro Circo Murcia, la obra teatral ‘Ninette y un señor de Murcia’ de Miguel Mihura se representará del 8 al 10 de septiembre en el Teatro Calderón de Valladolid. El montaje cuenta con la dirección de César Oliva, director a su vez del TCM, donde la pieza se podrá ver del 26 al 28 de noviembre. El elenco está formado por los intérpretes Miguel Rellán, Julieta Serrano, Javier Mora, Jorge Basanta y Natalia Sánchez. «Con Ninette y un señor de Murcia, Miguel Mihura compuso una comedia casi perfecta», afirma Oliva.
La obra de Mihura fue estrenada el 3 de septiembre de 1964 en Teatro de la Comedia de Madrid, época en la que, en palabras de César Oliva, «el régimen de Franco alcanzaba los 25 años de paz, según eslogan que popularizó la dictadura. La España de entonces todavía vivía sumida en un sistema de valores en los que la sexualidad permanecía al margen de cualquier manifestación externa; en ese sistema de valores, la represión era moneda de uso corriente».
En el texto de Mihura se describen las peripecias de Andrés, un joven e ingenuo murciano que tras haber recibido una herencia decide viajar a París con el objetivo de vivir una aventura. A través de un amigo, se instala en un piso de un barrio popular, propiedad de Pedro y Bernarda, una pareja de españoles exiliados tras la Guerra Civil y padres de Ninette, una chica francesa con la que Andrés vive una relación erótica en su primera noche. «Ninette, como personaje dramático, basa su entidad en la contradicción de ser una chica de padres españoles exiliados, es decir, republicanos, y haber recibido una educación laica, propia de la cuna de la civilización europea. Sin embargo, apenas ha salido de su París natal, ciudad que pasa por ser origen del liberalismo. La chica, en vez de recoger lo mejor de ambas raíces, la de una España de ficción y la de una Francia real, recoge lo peor: es estrecha como las españolas estrechas, y pazguata, como las francesas pazguatas, aunque su apariencia sea la de una mujer ligera», explica Oliva.
Así, Andrés se enamorará perdidamente de ella, hasta el punto de no abandonar la pensión en toda su estancia en París. Para su director, «Ninette nace como símbolo de todo lo que soñaba alcanzar el españolito de a pie y que nunca conseguiría. El españolito que, con mil duros en el bolsillo, salía al extranjero a fornicar. No a otra cosa: a fornicar; o sea, a pecar. Miguel Mihura, que era un escritor de comedias, no un filósofo ni un teórico de la literatura, inventó la historia de un provinciano que viaja ilusionado a París para pecar. Y eso, a pesar de sus convicciones morales. En ese sentido, la obra contiene una profunda y turbia raíz erótica» (…) «¡Cómo se reiría el pusilánime y convencional Mihura desde su mesa de escritura, imaginando héroes como este señor de Murcia, en situaciones conyugales en las que siempre temió en caer, y siempre huyó de ellas!», finaliza César Oliva.