Zona de mutación

El acrisolamiento post-estructural

La matriz escénica, en su capacidad o ilusión procreadora, no presenta una forma definida ni la línea que define sus contornos, se mantienen regulares y fijos. Presenta movimientos protoplasmáticos internos, típicos de una célula viva, debido a la actividad metabólica y a la excitabilidad promovida por las reacciones a los estímulos externos o ambientales. Estos además, nunca se presentan con carácter uniforme, sino que varían. Sus fluctuaciones, asumen distintas calidades que van de lo sereno a lo violento. En sus movimientos, es dable observar la evolución formal del ser en celo. Expeliendo y succionando, expandiendo y contrayendo en ciclos propios de una relación sexual. Se trata de una unidad sensible, dinámica, en donde los materiales internos, se desplazan y circulan en una ciclosis sin la cual se apreciaría vida en dicha unidad. Es verdad que tal ciclosis puede activarse a partir de un espectro de agentes diversos, y en cuya disponibilidad, se decide parte del arte del creador en su trance de decidir. La gama de estos factores de inducción o cambio, es casi infinita, y es de carácter matérico o intangible, según se trate de elementos físicos, plásticos, dinámicos, químicos, biológicos, psíquicos, capaces de provocar alteraciones mecánicas o metabólicas en la composición del cuerpo espectacular. Al espasmo general de dicho cuerpo, puede dividirse en movimientos sincopados de las partes, previsibles o no, en la que se generan espacios, vacíos, llamadas o pulsos excretores, que obligan a renovar la catadura y los estados, en un sentido físico o temporal. La gracia de esa orquestación que funciona en un límite que escapa de las manos a su responsable. Los cambios del percepto de una obra con la aptitud de andar por su cuenta, se enriquece y complejiza en natural trajín interno. La depuración de sus cualidades, se retroalimenta de su funcionamiento y experiencia. Cada vez mejor respiración, mejor absorción, etc. La piel del espectáculo es un componente más que se decanta en la misma lógica, que parece intensificar su poder según la dinámica depuratoria. Todo remite a las propiedades que identifican a la vida. Los parámetros que dictaminan tiempos e intensidades le muestran una paleta al artista, le complican sus decisiones, pero en una lógica de cada vez mayor disponibilidad de los factores. La máquina sensible, tiende a desafíos hipersensibles, a una potenciación. Todas las cualidades se deciden por su observabilidad, por su diferenciación. Lo que es dable tener en cuenta es que la corriente de circulación de la energía promotora de cambios y evoluciones, aparece delimitada en algunos casos como es propio de los cuerpos sólidos, con superficies de separación netos, en otros, cuando la materia es más típicamente líquida, las materias originales tienden a diluirse y conformar otras, que devienen de la dilución y asimilación. Otro tanto ocurre con las especificidades de lo aéreo.


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