¡Rápido, estreno!
Rápido, mañana rueda de prensa, dentro de diez hay estreno en tal teatro, esa semana también tres estrenos más, rápido. Rápido cinco de las obras que me interesan están cinco días en cartel. Hay tres obras que están quince días, bien, hay tres más que están veintiún días, fantástico, en esa sucesión de cinco obras -cinco días-cada-se-ma-na, además añado tres obras que permanecen mes y medio. …Ay, oohh, uy, qué digo, ¡qué digo!, en este teatro y este otro, si no voy la primera semana, a pesar de ese mes y medio en cartelera, no disponen de más entradas para prensa. Pero…..si el estreno y primera semana todo está a tope para vips y vips que sólo aparecen en los estrenos, y si pudieran sólo estarían un cuarto de hora, ¡ya han cumplido con la foto! Yo quiero ver esa obra, NO PARA CONTAR QUE HE ESTADO EL DÍA DE SU ESTRENO, y es que me gusta el teatro.
Me gusta el teatro, y pasado el primer, segundo y tercer día, el intérprete ya deja de interpretar para ser.
Y no sólo me gusta no ir al estreno (que la copa de cava debería ser en la actuación número diez, ¡¿no?!), y sí me gusta ir a los ensayos, sino que me gusta ir pasados ya quince días, y más me gustaría ir a dos pases seguidos en un mismo día, cuando sábado hacen el de tarde y el de noche, y siempre me dicen que no… y es que me gusta ver al intérprete transpirar, sosegar y equilibrar sus energías para los dos pases, pero sin sosegar entrega y verdad, pero cada vez una verdad diferente…. y es que el teatro es en directo. E insisto en hablar de teatro abrazando aquí a todas las artes escénicas, y para mí también la música, que lo es.
…Ja, jajaaa…., y más raro aún es el interés por ver una obra una año o dos después de su estreno, y a mí me gusta hacerlo. Incluso alguna compañía y/o productora te advierte como si fueras extraterrestre: «Pero Anna, que esto ya lo estrenamos hace más de un año». Y para mí es fantástico y verdadero. …La obra acoge otros colores. Y se percibe aquél director que sigue cuidando la obra, o aquellos actores que se olvidan y se mofan de las indicaciones del director, o aquellos actores que al fin han olvidado esas indicaciones y por fin es suya la obra, o aquella compañía y equipo todo que ha seguido creciendo y evolucionando como un buen vino, y esa obra buena ahora es pura crianza. Y para mí también allí está el valor de esa crítica-valoración del espectáculo. NO me vale esa compañía que lo da todo esa primera semana y después, total, van de bolos. Y me vale mucho esa otra compañía que de gira sigue creciendo y adaptando dejes y gestos según donde actúan- Y la que ya sabiendo esos silencios densos, lo llevan al máximo de su tensión y la obra es pura adrenalina y clímax de sensibilidad y elegancia emocional, pausando, paseando, masajeando y acelerando en cada momento y en cada frase que se necesita. Nos pasa con ese u otro cantante preferido que tras años y años sacando nuevos discos, en sus conciertos siempre hay ese par de temas que el público reclama. Y hay compañías que nunca deberían dejar ciertos montajes, o recuperarlos de vez en cuando.
Y quiero poner algunos ejemplos positivos de lo que os cuento:
Llevando ya muchos días en cartel vi «Una giornatta particolare» de la Perla29, con Clara Segura y Pablo Derqui, …fue delicioso;
más de un año después de su estreno repetí «Escenas d’Infants» de la cia.Ballet Imperial de Rosamunda, …estaba todo encajado;
estando ya de gira vi «Las Amistades Peligrosas» con Eduard Soto y compañía, …estuvieron sublimes;
….todos ellos supieron balancear actitudes, texto, gesto y silencios en ese regalo tan extraordinario que nos ofrece el arte escénico: vida en directo. Eso y sólo eso que vemos y vivimos está pasando en ese momento y de esa manera.
Anna Jarque, febrero 2016