Tierra madre/Pastoral/Víctor Ullate Ballet
El elogio de la naturaleza y un himno a la vida
Dos joyas del repertorio del Ballet Víctor Ullate forman parte de este espectáculo luminoso. Tierra madre, primera coreografía de Eduardo Lao para Víctor Ullate Ballet, estrenada en 1992 en el Teatro Albeniz de Madrid y Pastoral de Víctor Ullate estrenada en 2008 en el mismo teatro. Ambas piezas, cada una de factura diferente, marcada por la personalidad artística de su creador, son himnos poéticos con un aliento metafísico a la naturaleza y a la vida. La de Eduardo Lao, más abstracta, exalta la naturaleza relacionándola con los sueños y las esperanzas del ser humano.Pastoral de Víctor Ullate, más narrativa, es un poema-danza sobre el ciclo de la vida, su eterno retorno, con sus cuatro estaciones entre el nacimiento y la muerte.
Las dos piezas forman un paisaje donde las fuerzas telúricas, la belleza, la quietud y la violencia de la naturaleza reflejan la existencia humana con sus emociones, pasiones, pulsiones.
Tanto en Tierra madre como en Pastoral la música constituye una trama a la vez dramatúrgica y poética.
En Tierra madre Eduardo Lao se inspiró en la música original nórdica y en la voz de la cantante lapona Mari Boine Persen, impregnadas de melancolía, que crean la sensacion de pureza, de transparencia, algo de primitivo y de cósmico.
Este paisaje sonoro, su pureza y transparencia, se concretizan en la escenografía y los vestuarios diseñados por Keso Dekker que plasman un ámbito natural. En el fondo del escenario hay una tela pintada con un bosque de álamos a través de la cual transparenta la luz que varía, evocando el amanecer, el brillo del sol, la puesta del sol, la oscuridad nocturna. El suelo blanco refuerza la impresión de pureza.
Los palos de álamo blancos con marcas negras, son los únicos elementos escénicos que protagonizan la danza.
El vestuario con colores fuertes, contrastados. Los hombres con pantalones muy ajustados, rojo, amarillo, rosa, con rayas negras, las mujeres con mallas coloradas y faldas largas, muy amplias, negras.
Los colores y las formas del vestuario marcan el contraste entre el femenino y el masculino pero también la homogeneidad del conjunto humano.
La pieza está compuesta de 4 movimientos con pasos de solistas que se inscriben en el baile colectivo de la tribu de hombres y mujeres que luchan por su supervivencia en el seno materno de la tierra.
Los cuerpos tensos de los bailarines bailando con los palos en el inicio del ballet, los movimientos rápidos, de vez en cuando violentes y en unos momentos más lentos, expresan esta lucha y la relación compleja del ser humano con la naturaleza.
Pastoral con la música de La Pastoral de Beethoven, fue creada por Víctor Ullate como homenaje a su amiga Ángela del Moral de la que fue compañero en la compañía de Antonio. El 4 movimiento «En el más allá»está dedicado a Maurice Bejart, su maestro que murió cuando Víctor Ullate ha empezado esta coreografía.
Pastoral nutrida por la fuerza, la energía, la sensibilidad de la música de Beethoven, está en honda comunión con la naturaleza que nos revela lo que somos.
La obra está compuesta por 4 movimientos muy diferentes : 1 – La infancia y el despertar a la vida, 2 – Los años de juventud y la experiencia del amor, 3 – La sabiduría de la edad y el paso del tiempo, 4 – En el mas allá.
Después de la tempestad, la imagen de la muerte, llega la calma. Con la magia de la danza en el más allá bailando los ancianos resurgen a la vida y rejuvenecen.
En el escenario no hay nada. En el techo un gran espejo, un poco inclinado, refleja la danza, a veces se abre o se cierra, creando así la impresión de visible e invisible; ofreciendo con su movimiento puntos de vista diferentes. El suelo negro con líneas blancas evoca los juegos infantiles como la rayuela.
Los vestuarios trazan el camino de la vida. En el primer movimiento, la infancia, los bailarines con pantalones cortos o faldas cortas y batas grises de colegio.
En el segundo movimiento el vestuario muy sencillo, blanco, refleja la pureza del sentimiento del amor.
El en inicio del tercero movimiento los bailarines llevan vestidos de ancianos del cual se despojan después de la tempestad, quedándose en el más allá con lo esencial, los bodies color piel.
En su coreografía narrativa, Víctor Ullate fusiona con una maestría inigualable los elementos de la danza clásica como puntas, con los de la danza contemporánea, creando imágenes evocadoras donde la poesía y el humor siempre son presentes.
Una vez más se admira su manera de crear las ambientes, de expresar los sentimientos, las sensaciones, las emociones, a través de movimientos, gestos, posturas, cambios de ritmo.
Así por ejemplo en el primer movimiento la despreocupación, la libertad de la niñez, de la infancia. El baile evoca con movimientos y mímicas de los bailarines los juegos de los niños que hacen rondas, corren…
En el segundo movimiento se expresan con poesía y sutileza el descubrimiento del amor, la seducción, la pasión.
Entre las imágenes impactantes, inolvidables, noto la de los ancianos cuyo baile tiene un toque infantil, cuando se persiguen como niños antes de tumbarse y transitar en el más allá.
Las imágenes en el espectáculo de Víctor Ullate tienen la potencia de las en unos sueños que se imprimen para siempre en la memoria.
Irène Sadowska
Tierra madre coreografía de Eduardo Lao – Pastoral de Ludwig van Beethoven, coreografía Víctor Ullate – por Víctor Ullate Ballet, Comunidad de Madrid – Tierra madre, Música Mari Boine Persen – Diseño de vestuario, escenografía y luces Keso Bekker – Pastoral de Beethoven – escenografía Paco Azorin .- iluminación Nicolas Fischtel – vestuario Víctor Ullate, Kerne Jiménez – en los Teatros del Canal del 25 de agosto al 18 de septiembre 2016 – Pamplona el 29 de septiembre 2016