Hoy hace un año exactamente que publiqué estas palabras en mi Facebook.
Hoy sigue siendo este el amor que CREO:
«No te pudras a mi lado. Vuela, y regresa a visitarme.
Vuela, hasta que aprendas a no pudrirte en nadie. Vuela, que yo inventaré la no-distancia contigo, porque somos uno/a.
Vuela y cuéntame que ves desde ahí arriba.
Vuela, y deja que vuele en cualquier dirección. No me sigas si no es tu cielo, y no me pidas que te siga.
Anímame a volar si ves que me traga el miedo, y desaparece, si ves que trato de agarrarte con mis dientes.
No me des importancia cuando me habiten los demonios, se alimentan de atención.
Vuela si me ves en el fango, y no me des la mano. Te hundiré conmigo.
No me pidas que te salve, porque te sonreiré.
Vuela, y deja que vea en tu vuelo mi libertad.
Déjame volar por cielos que no corresponden a este mundo, y confía, CONFÍA, aunque el mundo nos arrastre de los pelos por locos/as.
Da igual donde vayas o me vaya, aquí estaré, porque no existe la distancia.
Te elegí porque vi en ti un cielo azul abierto donde sanar mis alas. No me conviertas en la piedra que te ata, no lo hagas, deja que se cumpla el sueño, deja que me convierta en un cielo para ti… y vuela.»
