Final
Final del 2016, año en el que San Sebastián ha sido Capital Europea de la Cultura. Ha sido un año especial en San Sebastián y en la programación de Artes Escénicas diseñada en colaboración con el proyecto DSS2016.
Fue difícil explicar la esencia del proyecto. Comunicar no consiste únicamente en organizar ruedas de prensa. Hay, lógicamente, cosas para olvidar, vaivenes y, por qué no decirlo, equivocaciones. ¿Por qué se invirtió tanto dinero en proyectos que hicieron agua? ¿Por qué se adjudicaron tan pocos proyectos importantes a gentes del país? Se puede mirar lo que pasó en el Forum Mundial de la Cultura en Barcelona y aprender, por ejemplo. ¿Por qué no se dio más visibilidad en las calles a un proyecto que en sí mismo era original e interesante? Pero con todas las críticas que puedan hacerse, seamos positivos y quedémonos con lo bueno.
Tengo la impresión que una de las áreas en las que mejor han funcionado las cosas ha sido en lo escénico. Independientemente del resultado, lo importante ha sido la intención. Se ha defendido el concepto de ‘producción’ o ‘coproducción’ pública, tan difícil de entender en Donostia hasta la fecha.
Se ha avanzado en eso, véase: ‘El sueño de una noche de verano’ en el Parque María Cristina bajo la dirección de Fernando Bernués e Iñaki Rikarte. Rompieron moldes, esquemas y llegaron directamente al corazón y a la cabeza del donostiarra creando un sueño de treinta noches de verano que fue fantástico. No nos olvidemos de ‘El último tren a Treblinka’ dirigido por Mireia Gabilondo en homenaje a Janusz Korczak, prestigioso pedagogo, pionero de las teorías de la autogestión en el mundo que se sacrificó con los niños de su orfanato por decisión propia durante el genocidio nazi. Recordar también ‘Lu eta Le’ o ‘Tratos’ en homenaje a los 400 años del fallecimiento de Cervantes. Como no ‘Altzoko handia’ sobre la vida del gigante de Alzo.
En Donostia Kultura se presentó, antes de comenzar el año, la programación entera de 2016. tanto en teatro como en danza. Espectáculos contemporáneos, internacionales venidos desde todos los continentes en los que se buscaba transversalidad, multiculturalidad y compromiso socio-político. Una programación que intentaba estar a la altura de la circunstancias elaborada en estrecha colaboración con la oficina de la Capitalidad Europea.
La parte de teatro bajo el leitmotiv, ‘¿Para qué sirve el teatro?’, se acercaba a problemas y realidades sociales, culturales y políticas con el objeto de proponerlas al público. Lo he escrito en alguna ocasión, ¿para que sirve un teatro que no denuncia las injusticias sociales? ¿o las discriminaciones por opción sexual? ¿o las agresiones a las mujeres? ¿para qué sirve un teatro si no cuenta lo que sucede en su sociedad? No se miró hacia otro lado y se afrontó con una visión contemporánea de temas de hoy y de siempre.
Desde Colombia ‘Labio de liebre’, reflexionó sobre la post-violencia en Colombia. Venido de Corea del Sur ‘Hotel Splendid’, denunciaba la explotación sexual de 200.000 mujeres coreanas por Japón en la 2ª Guerra Mundial. Wadji Mouawad nos regaló una historia de amor y terror en la Guerra del Líbano en ‘Incendios’ con un elenco de lujo capitaneado por Nuria Espert y Ramón Barea bajo la dirección de Mario Gas. Y más temas como la historia de la poeta Delmira Agustini, o la soledad en la tercera edad, o la inmigración,…
En lo referente a la danza el leitmotiv fue ‘Encuentro entre diferentes’. Es decir, basándose en el hecho de que el movimiento es universal, sin fronteras, ni traducciones… la programación de danza ha tendido puentes entre diferentes. Buscando. Conversando. Encontrando espacios comunes entre antagonías geográficas y cronológicas…Entre razas, orígenes, estilos de danza…Encontrando diferentes realidades, enriqueciéndose e implementándose para avanzar hacia lugares comunes donde comenzar a construir.
Desde Suecia llegó el GöteborgsOperans Danskompani que presentó ‘Noetic’, coreografía firmada por Sidi Larbi Cherkaoui considerado internacionalmente como uno de los top de la danza en el mundo. Oreka Tx estreno ‘Hybrid rythm & dance’, fusión entre la cultura vasca y la cultura de los indígenas japoneses Ainu en coproducción con Hirayama Motoko y con Toko Emi. Kukai coprodujo ‘Oskara’ con La Veronal ‘ , visión sobre la Cultura y la identidad vasca.
También ha habido proyectos muy interesantes como el transfronterizo Mugalariak, de residencia y coproducción, que plantea estrategias utilizadas desde siempre en Francia, o incluso en Latinoamérica ´que han sido tan difíciles de entender hasta ahora. Si sirve y facilita el camino para conseguir una mayor colaboración y fusión entre lo público y lo privado…ese será su legado. O citemos el proyecto Antzerkigintza berriak, nuevas dramaturgias. Taller, becado y tutelado, de escritura dramática creado por DSS2016 y ANTZ3RKIZ, es decir, Teatro Arriaga de Bilbao, Teatro Principal de Vitoria y Teatro Victoria Eugenia. Ocho fueron los participantes con el compromiso de escribir un texto dramático cada uno de ellos, de los cuales tres se pondrián en escena. Uno cada teatro participante. Así han nacido ‘Coordenadas’ (Olatz Gorrotxategi), ‘Miss Karaoke’ (Oier Guillán) y ‘Soka’ (Mikel Gurrea). O el proyecto Adiorik gabe, que encargó a cuatro artistas una creación escénica de acercamiento y reconocimiento por cada una de las tres víctimas de la violencia que asignaron a cada uno de ellos. Adiorik gabe resultó un proyecto emocionante y certero en el discurso de la Cultura como instrumento de reparación e inclusión.
Olvidemos el acto inaugural de Hansel Cereza, el cabreado y confundido. Confundido debía estar antes de hacer la chapuza que hizo en la inauguración de la capitalidad, confundidos también quienes se lo encargaron, y cabreados los asistentes después de desplazarse a verlo. ¡Cuánto daño hacen estos errores a la hora de encarar otra producción pública de gran formato en calle! ¡Que pavor crean en el ámbito político a futuro! Y cuanto daño hizo en la ilusión y en las expectativas de mucha gente. ¡Que pena!
Un aplauso para Pablo Berastegi, que se incorporó tarde y echó el resto en una circunstancias complicadas. Y un reconocimiento a Fernando Bernués, que fue pieza clave con sus puestas en escena a la hora de diseñar unas defensas imaginativas y originales ante el Jurado a la hora de conseguir ser la candidatura ganadora. Fernando que posteriormente estuvo de Director Artístico de la Capitalidad y supo irse a tiempo, cuando las circunstancias le impedían desarrollar. ¡Con lo que cuesta irse! Para al final, idear y codirigir «El sueño de una noche de verano» que ha sido, sin duda alguna, el estandarte, el sueño, la memoria y el referente de una Capitalidad con sus luces y sus sombras.