Casualidad/Causalidad
¿Cuantas veces en la historia de la humanidad no ha surgido una genial innovación a partir de un error, de una casualidad inesperada?
El horno de micro ondas fue producto del trabajo por mejorar las prestaciones del radar, el velcro porque unas semillas se adhirieron a los calcetines de un excursionista, la coca cola comenzó siendo un jarabe para el dolor de cabeza.
¿En qué minuto o bajo qué circunstancias la casualidad se transforma en causalidad?
Si la respuesta fuese evidente todos podríamos tener esos arranques creativos conducentes a encontrar nuevas respuestas a los problemas de siempre.
En realidad todos tenemos la capacidad innata de encontrar esos nuevos caminos pero la vida paulatinamente nos va encasillando en moldes de comportamiento pre establecido, moldes que adoptamos sin objeciones porque deseamos ser aceptados por el grupo social al cual pretendemos pertenecer.
Alienados por el entorno, gradualmente vamos perdiendo nuestra capacidad de duda, de cuestionamiento, de crítica. Nos vamos uniformando de normalidad aunque lo normal simplemente sea un dato estadístico de la mitad más uno.
En realidad no perdemos nuestra capacidad de poner en tela de juicio las verdades aceptadas como ciertas pero si la anestesiamos en demasía.
Al vivir la experiencia sugerida por cualquier expresión artística esa capacidad de duda ante la verdad que nos es mostrada re surge para inquietar nuestro espíritu.
¿Qué mensaje oculto estará tras lo evidente de una obra?
¿Qué habrá llevado al artista a tal creación?
¿Yo sería capaz de expresar lo mismo con otra técnica?
¿Determinada obra alcanza el éxito por una campaña de marketing acorde al mercado imperante o es la expresión del sentimiento atemporal?
Cualquiera sea la pregunta y cualquiera sea la respuesta, este ejercicio nos da el entrenamiento necesario para hacer de una casualidad la causalidad de una creación.
Me refiero al arte por ser un ámbito creativo por excelencia pero la creatividad hija de la curiosidad está presente en todos los espacios de nuestras vidas.
En la familia, en el trabajo, en los negocios, en el ocio; en todo.
El hecho de que una casualidad se transforme en obra de arte responde al mismo principio del micro ondas, del velcro y de la coca cola.
Estar atentos para saber tomar distancia y no abandonar el problema sino abordarlo desde otro punto de vista, no sólo puede ayudarnos a solucionar un conflicto específico sino encontrar soluciones a problemáticas impensadas desde encontrar nuevos métodos de eficiencia energética a un juego para un bebé.
La casualidad puede ser nuestra mejor aliada si y solo si hemos potenciado nuestras habilidades perceptivas y estamos preparados para detectar sus posibilidades de causalidad sin confiarnos sólo de ella.
Hasta ahora hemos sido capaces de inventar gradualmente las herramientas que nos han traído hasta el momento presente y no debemos dudar ni por un segundo sobre nuestra capacidad creativa para seguir proyectándonos al futuro y esto no será mera casualidad.