El teatro visual de Mummenschanz llega al Teatro Campos Elíseos
La gran compañía de teatro visual Mummenschanz recala en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao con ‘You & Me’, un espectáculo mágico para toda la familia. El montaje, que se podrá ver los días 20 y 21 de diciembre, apela a la imaginación de los espectadores y a la complicidad de los niños y niñas para generar su propia música y reescribir su narrativa en cada función. En ‘You & Me’, la compañía recrea unas 30 escenas que tienen como trasfondo la comunicación entre el público (You) y la compañía (Me).
‘You & Me’ invita al público a escapar de lo cotidiano en un viaje de 90 minutos más allá de lo conocido, hasta traspasar los límites de la imaginación. Esta nueva aventura de Mummenschanz, compañía que desde hace más de 40 años se ubica a la vanguardia del teatro visual, está desarrollada bajo la dirección artística de Floriana Frasseto, cofundadora de la misma, y está dirigida tanto a adultos como a niños.
Después de su estreno en 2016, y de haber recorrido toda Suiza y los escenarios internacionales más importantes, Mummenschanz llega al Teatro Campos Elíseos para desplegar su universo onírico en dos citas únicas, los días 20 y 21 de diciembre.
Mummenschanz observa y reinterpreta el entorno, los materiales que nos rodean, manteniendo la curiosidad hacia ellos para darles una nueva vida en escena. Los objetos cotidianos cobran vida y cuentan historias que trascienden el plano de lo consciente.
Con su espectáculo ‘You & Me’, la veterana compañía interrelaciona al público en su búsqueda por diluir las fronteras entre el patio de butacas y el escenario del teatro. Así, el público tiene un papel fundamental en la obra, porque son sus reacciones las que crean la música y su imaginación, la que interpreta en cada función la historia.
Fundada en 1972, el lenguaje sin palabras del teatro de Mummenschanz se desmarca de la evolución del teatro de máscaras al uso contemporáneo para llevarlo a otro plano. Las historias contadas por la compañía son puramente visuales. No hay música, no hay escenografía. Sólo objetos y cuerpos que existen sobre un fondo negro. Así se compone un evocador «paralenguaje» para el disfrute de toda la familia.