Artaud liberado
Queridos todos:
En este 2018 entran al dominio público las obras de Antonin Artaud, el poeta-profeta del teatro del siglo XX. Es el momento de apropiarse de su obra, de hacerla hablar, de promoverla, y como se dice en la relamida frase de las redes sociales, si te gusta, ¡difúndelo!
Artaud es un poeta total del teatro, un alucinado que quiere llegar a la esencia del mito a través de la escena. Y así fue precisamente como nació el teatro, allá en la madre de todas las culturas, nuestra cercana y lejana Grecia. El teatro es el último refugio-reducto de un arte primitivo y primordial, espacio de la poesía en movimiento, rincón de la palabra proferida, salmodiada, cantada, y del movimiento ritual, ya sea en forma de coreografía, o con los sagrados fantoches que la invaden.
De esta fuerza elemental y metafísica nos habla Artaud, nos exige Artaud, nos inspira Artaud en su necesaria obra El Teatro y su Doble. Un llamado vital de la escena, más allá del texto, del diálogo, a una forma obscura y cruel de la otra realidad, la de los dioses, en la que los hombres sólo podemos ser víctimas propiciatorias. Visionario del Teatro de la crueldad en la que se quiere mostrar la fuerza del destino que los hombres comunes sólo podemos ver en el espejo fundamental del teatro.
Artaud no sólo escribió para la escena, también tiene obras poéticas memorables de las que yo puedo rescatar Van Gogh el suicidado de la sociedad o su inspirada visión del mundo indígena mexicano en Los Tarahumaras pueblo de radical pobreza para el que la limosna es una obligación. De acuerdo con Artaud es un pueblo que conserva las raíces del la humanidad.
Como puede leerse en la presentación a la exposición que la Biblioteca Nacional de Francia le dedicó en 2006:
Más que un ‘hombre de teatro” o ‘un hombre del teatro como lo define Jacques Derrida, Artaud sería un hombre-teatro según la expresión de Jean-Louis Barrault, pues tal como lo dice Alain Virmaux, él es totalmente teatro, en su vida entera, en su ser, y no únicamente por lo que dijo, escribió o hizo.
La influencia de Artaud en el teatro contemporáneo es difícil de catalogar, pocos creadores han escapado a su influjo. Lo que es importante rescatar de sus apasionados escritos sobre el teatro es la fuerza del espació teatral, dondequiera que haya un público y seres (actores, marionetas, manipuladores) que sirvan de intermediarios entre dos mundos. Esa fuerza seguirá existiendo, aun en los momentos más obscuros de la humanidad, en cualquier espacio en donde se manifieste la fuerza de la creación espacial o escénica.
Les deseo un entrañable 2018 con mucho teatro y mucho Artaud.
Enrique Atonal, París, enero de 2018.