Pisando Ovos estrena ‘DIRECTO 9’ en Vigo
Pisando Ovos estrena su noveno espectáculo, ‘DIRECTO 9’, en coproducción con Agadic – Xunta de Galicia, que se podrá ver del 3 al 6 de octubre en el Teatro Ensalle de Vigo. Fran Martínez, Jas Processor, Raúl Pulido y Laura Villanueva interpretan este montaje dirigido por Rut Balbís.
Pisando Ovos llega una vez más al teatro del que es residente, Teatro Ensalle de Vigo, para dar a luz a una nueva creación de danza contemporánea, ‘DIRECTO 9’, una pieza coproducida por AGADIC y la compañía. En esta ocasión su directora Rut Balbís decide no estar encima del palco y contar con tres bailarines y un DJ, una renovada formación con la que se presenta de nuevo en la escena galega. Fran Martínez, Raúl Pulido y Laura Villanueva son las caras nuevas de Pisando Ovos, una apuesta por las nuevas generaciones de bailarines y artistas del panorama nacional.
‘DIRECTO 9’ apuesta por la música en directo contando con el DJ Jas Processor una vez más como ya hizo en ‘Give it a spin’, y completa su equipo con su habitual iluminador Afonso Castro, Janet Novás ayudando en la dirección y Manu Lago en la producción y distribución.
La nueva creación de Pisando Ovos es una conversación entre los cuerpos, la danza, la música y la puesta en escena por medio de la iluminación, con el propósito de regresar a uno de los puntos más importantes de su lenguaje: la entrega total de los cuerpos desde el movimiento y las acciones cotidianas. Una propuesta dirigida hacia los nuevos lenguajes escénicos en clave de creación contemporánea en la que se muestra el concierto como forma de reunión de la sociedad contemporánea, y que invita a todas las asistentes a vibrar conjuntamente.
Para la creadora, el estreno de este espectáculo forma parte de la trilogía compuesta por’ Que volvan as flores’ (2014), ‘Give it a spin’ (2015) y ‘Directo 9’ (2018), girando alrededor de la música electrónica y el desgaste físico de los cuerpos en directo.
Los cuerpos que asisten al concierto ‘DIRECTO 9’ viven una experiencia grupal en directo. Como si de los cuerpos de unas atletas se tratara, llevan a los cuerpos al encuentro con los límites físicos, con el desgaste y el cansancio extremo.
La reunión es guiada por la música del DJ que encamina a las masas en un proceso ritual hacia la mímesis de un salto común, hacia el descontrol y la entrega total.
Una vez superado el clímax del concierto, lo íntimo y personal contacta con los cuerpos vacíos, haciéndolos más frágiles, más poéticos.