A la tercera le sigue la cuarta
Hace dos años el gobierno ecuatoriano decidió crear un gran Festival Internacional de Artes Vivas, eligió la localidad de Loja, lo dotó de un espléndido presupuesto y esta iniciativa creó polémica, debate, enfrentamiento, ya que se dedicaba una cantidad exuberante para un evento, mientras el resto de la actividad teatral, tanto en producción como en otros festivales de larga trayectoria, quedaban desamparados y señalaban la discriminación y desigualdad que esta situación agravaba. Con estos inicios, el festival arrancó, Patricio Vallejo asumió la dirección artística de las dos primeras ediciones, y hemos llegado a la tercera, que no va la vencida, sino que es la puerta para la cuarta, con una nueva dirección artística a cargo de Roberto Sánchez. Es obvio que para estabilizar una propuesta de esta magnitud es necesario estabilizar durante un tiempo la dirección artística, crear un programa de varios años, para buscar un desarrollo equilibrado.
Escribo estas líneas tras ver una de las apuestas del festival de este año, que como dijo Arístides Vargas en su advertencia previa de presentación y modo de uso del espectáculo, era la prehistoria de lo que podría ser una Compañía Nacional de Teatro, ya que, a partir de una novela clásica de José de la Cuadra, se han juntado tres compañías de larga tradición, Malayerba, Muégano Teatro y La Trinchera de Manta, para crear un gran equipo actoral y proponer “Sangurimas”, una obra de gran formato, con ambición artística remarcable, contando una historia que fundamenta la creación de una cosmogonía propia, a partir del invasivo árbol Matapalo, se narra una estirpe fundacional y se muestra la violencia inherente a una jerarquización patriarcal que es sustancial a un desarrollo de una sociedad en marcha.
La estrategia de producción fue partir en tres secciones la dramaturgia creada por Arístides Vargas, Nixon García, Gerson Guerra y Santiago Roldós, para que cada colectivo ensayase por su parte y después juntarse en la propia Loja y en el majestuoso Teatro Benjamín Carrión, donde se estrenó, para ensamblar todo bajo la coordinación general Arístides Vargas. El resultado en términos de consolidación y visualización de la existencia de un potencial creativo ecuatoriano con capacidades para hacer propuestas de altos vuelos artísticos, es perfecto. La obra elegida, que parte de un autor reconocido y que el trabajo de acercamiento a nuestros días de sus contenido se hace poniendo a las mujeres como protagonistas de toda la evolución, en contradicción con la tradicional vejación histórica sufrida por las mujeres, que se estructura en una propuesta escénica muy conspicua, con elementos móviles y proyecciones para crear ámbitos diferenciados por donde transcurren las acciones, la música en directo que le dota de una inmediatez cálida y las claras referencias brechtianas, con el tono épico general, al solucionar escenas con canciones, en provocar en el espectador la necesidad de reflexionar sobre lo que se cuenta y no llevarlo siempre por el camino de las emociones.
Es el embrión de algo que deberá evolucionar con la necesaria colaboración de las instituciones. En este mismo festival vimos un espectáculo de la Compañía Nacional de Danza, inspirado en la obra y la vida de un autor lojano, Pablo Palacio, con dirección de la catalana Laura Aris, otra idea estética, otra noción, pero en la misma línea de la búsqueda de unas referencias ecuatorianas, para ir estableciendo en el imaginario colectivo una posible realidad escénica que fundamente una manera de ser, incluso intuir un nacionalismo estético. En lo del teatro, se trata de armonizar los recursos, de procurar espacios de colaboración y de crecimiento para establecer un repertorio y una estructura de creación superadora de lo actualmente existente, que no debe desaparecer, sino complementarse. Pueden existir las compañías o grupos independientes, y a la vez, hacer experiencias de mayor ambición conjunta. Es una posibilidad que entiendo como positiva.
Y es que un Festival, este festival en concreto, que consume tantos recursos económicos, que se hace en una población de unos doscientos mil habitantes, debe crecer en un terreno experimental, pero que ayude al conjunto del país. La población de Loja lo siente como propio. Coincide con las fiestas patrias, con una suerte de feria que convierte el centro de la ciudad en una romería multicolor y que se dio en llamar off festival, un concepto confuso que no ayuda, pero que de momento sirve para la integración de las acciones municipales propias con las estatales del festival, ya que está patrocinado por el Ministerio de Cultura.
Este tipo de producciones y coproducciones dotan al festival de una incidencia clara en el cambio a futuro. Es una línea programática conciliadora. Es un acierto y creemos que puede crecer en este campo y servir de herramienta para mayores hitos estructurales de cara a un futuro próximo. La programación internacional va fundamentando un lenguaje, una relación con los públicos y a los que llegamos de fuera lo que nos interesa es ver la producción ecuatoriana, el estado actual de sus creadores más jóvenes, junto a los históricos. Y estamos en esa función de conocimiento y disfrute de todo tipo de propuestas bien diferenciadas y esperamos que en la próxima entrega podamos hacer un relato completo de lo presenciado.
Crece, consolida, ayuda a la formación permanente general la parte de talleres y cursos. He tenido el honor de dar uno sobre crítica teatral y confieso que ha sido un placer comprobar la existencia de un grupo de mujeres, muy formadas, con ganas de asumir la responsabilidad del análisis y la expresión de sus resultados en forma de crítica. Escriben muy bien, su sensibilidad y probablemente los apoyos técnicos proporcionados por el taller, se han plasmado en piezas realmente importantes. La organización ha creado un espacio en la web para su publicación a lo largo del festival. Otra manera de activar el proceso de visualizar el festival y de convertirlo en algo más que un espacio para la exhibición de espectáculos y para que las autoridades ofrezcan discursos no siempre acordes con la importancia del evento.
Esperemos que a la tercera edición le siga la cuarta. Se dijo en la inauguración que estaba el presupuesto para la misma. No se dijo la cuantía. Se escuchan voces de mermas presupuestarias generales para 2019. Confiamos en que las Artes Vivas como ellos lo definen no sufran excesivos recortes como para impedirle mantener el crecimiento que necesitan.