La Tristura regresa a los Teatros del Canal con ‘Future Lovers’
Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid presentan de nuevo y hasta el 16 de diciembre ‘Future Lovers’ de La Tristura (o lo que es lo mismo, Itsaso Arana, Violeta Gil y Celso Giménez). Este espectáculo, que se estrenó el año pasado en la Sala Negra y que agotó localidades, es una coproducción de los Teatros del Canal con La Tristura.
‘Future Lovers’ es «un ejercicio de imaginación del futuro» que discurre en las fronteras entre la ficción y la realidad para tomar el pulso generacional a un grupo de adolescentes, utilizando la propia voz de éstos, y analizando así «cómo este nuevo mundo tecnológico está modificando la forma de relacionarnos, de comunicarnos, de tocarnos, de amarnos».
La obra se vincula a ‘Materia Prima’, que la compañía estrenó en 2011 con cuatro niños de, entonces, 10 años. Gonzalo Herrero y Siro Ouro son dos de ellos, que ahora tienen 17 años y forman parte del elenco de ‘Future Lovers’.
La compañía intentará responder a incógnitas como «qué ocurre cuando la violencia y la sexualidad forman parte, ya para siempre, de tu cuerpo» o «cómo afectan esas primeras decisiones al resto de tu vida». O si es «diferente» ser adolescente para las generaciones que lo son ahora respecto a sus mayores, y «hacia dónde nos dirige eso».
Con sus dos últimas piezas, ‘CINE’ y ‘Future Lovers’, La Tristura alcanza una sólida madurez creativa, por muy frágiles que puedan parecer sus obras. Es parte de su poética. Tras la revolución que supuso ‘Materia prima’, la compañía entró en un proceso de revisión y reformulación de su lugar y su destino en el terreno de lo escénico y el fruto de aquella tormenta interna no puede ser más satisfactorio para los espectadores. Hoy son punta de lanza de una generación de creadores genuinos, que saben dónde están pero que se permiten una libertad sobre el escenario arriesgada aunque tremendamente estimulante.
Riesgo y libertad son, al fin y al cabo, los pilares sobre los que se sostiene ‘Future Lovers’, una ventana abierta a la vida de seis jóvenes que surfean la bisagra vital que son los 18 años. Millenials que manejan un cargamento de información como el que no había manejado ninguna generación anterior. El reto está en la aprehensión de una capacidad crítica para discernir lo útil de lo inútil, aunque esta obra está muy lejos de querer ser educativa; es más bien contemplativa, es detenerse a ver qué pasa en esos cuerpos y esas mentes con toda esa información que manejan. Entre realidad y ficción, La Tristura invita a mirar a unos adolescentes sin apriorismos, sin prejuicios ni posjuicios. Dejarlos ser en escena como son en un botellón, pero botellón intervenido poéticamente.
Al finalizar la función del 14 de diciembre habrá un encuentro con el público. Se realizarán funciones para escolares dentro de la Campaña escolar de los Teatros del Canal. Estas son las últimas funciones del año de este montaje, que desde que se estrenó ha pasado por festivales de París, Helsinki, Reims o Barcelona.