Josep Maria Mestres dirige ‘Com els grecs’ de Steven Berkoff
El Teatre Lliure de Barcelona presenta una versión canalla, arriesgada y llena de humor del clásico de Sófocles. Un Edipo moderno protagonizado por Pablo Derqui que el dramaturgo británico Steven Berkoff sitúa en la Inglaterra de Margaret Thatcher.
‘Com els grecs’ se estrenó en 1980 en el Half Moon Theater de Londres y desde entonces se han hecho numerosas versiones, incluyendo una operística y otra cinematográfica. Tras 20 años sin montarse a Barcelona, se podrá ver del 11 de abril al 12 de mayo en el Lliure de Gràcia. Steven Berkoff firma una revisión transgresora del mito y Josep Maria Mestres dirige la puesta en escena interpretada por Mercè Aránega, Sílvia Bel, Pep Cruz y Pablo Derqui.
En pleno movimiento punk, Derqui encarna a Eddy, un joven apasionado que busca reafirmar sus ideales en un momento en que la sociedad inglesa es, según el mismo autor, un vertedero de degradación moral y corrupción. Mercè Aránega, Sílvia Bel y Pep Cruz acompañan al protagonista en escena y sacan brillo a esta revisión del mito con unos personajes grotescos capaces de arrancar, de entre las inquietantes palabras de Berkoff, la risa del público. «He podido contar con el reparto de actores ideal, el mejor: cuatro bestias de la escena para esta feroz historia de violencia y de amor», explica Josep Maria Mestres.
Si bien los paralelismos contemporáneos entre el mito y la revisión son constantes, Berkoff cambió su final y decidió no castigar a su Edipo. Para Mestres, la desaparición del castigo dota el texto de una intranquilidad que el espectador se llevará a casa.
«Leer el texto fue muy divertido pero tiene una dificultad retórica importante y no sabía si podría hacerlo», confiesa Derqui. «Es una función que tiene peligro y esto te sube la adrenalina», afirma Bel. «Es una de las historias de amor y pasión mejor contadas, nace como un lirio entre la basura», se sincera Cruz. Y Aránega destaca la importancia que «el espectador no solo se trague la literalidad de lo que ve sino también la crítica que esconde».