«Ser la primera mujer en la dirección artística de una institución pública me da que pensar”
Carlos Gil Zamora
Anna Giribet i Argilès es Licenciada en Ciencias Económicas (UB) y postgraduada en Dirección y Gestión de Empresas, Instituciones y Plataformas Culturales (UPF), ha sido la técnica de programación del Área Artística de FiraTàrrega desde 2011, también ha coordinado el Máster de Creación en Artes de Calle de 2013-2015. Desde el 1 de enero de 2019, es la Directora Artística.
1. Tras cerca de cuatro décadas, una mujer está al frente de la dirección artística de la Fira. ¿Cómo asumes esta circunstancia histórica?
Las mujeres también tenemos que estar en espacios de responsabilidad pública. Ser la primera mujer en la dirección artística de una institución pública después de 4 décadas me da que pensar y me pregunto cuántos años más tendrán que pasar hasta que, por ejemplo, mujeres racializadas ocupen cargos públicos en este país. Asumo esta circunstancia histórica con respeto, ilusión y con ganas de que cambien cosas.
2. Has participado con el equipo anterior de una evidente transformación de contenidos, objetivos, espacios de la Fira, ¿cuáles van a ser tus prioridades en los próximos años?
En relación a los contenidos artísticos de los próximos cinco años nos centraremos en cuatro ejes artísticos: identidad, territorio, compromiso y reflexión. Me interesa el debate sobre lo que es y lo que significa a fecha de hoy el espacio público, que pasa con lo común y con la ciudad del disentimiento. Emplazar una propuesta escénica en el espacio público no es suficiente, se necesita reflexión y esta nos puede llegar de campos como la filosofía y el pensamiento.
Otra prioridad también es activar con carácter de urgencia la conexión con los centros educativos de la ciudad y establecer un plan para reforzar la relación entre FiraTàrrega, ciudad y ciudadanía. Entiendo la cultura cómo una herramienta de transformación y cohesión social. Las artes de calle de este país necesitan pensar más en la inclusión y la accesibilidad. Creo que tendremos que trabajar en ello.
3. La cooperación, coproducción, la ampliación de contactos con la realidad productiva, ¿van a seguir como uno de los objetivos irrenunciables?
Esta nueva edición del programa de Apoyo a la Creación se ha actualizado y redefinido con la voluntad de potenciar y mejorar los procesos de producción, coproducción, cooperación mediante la creación de nuevas alianzas y redefinición de las que ya existían. Por eso, hemos elaborado el programa Cómplices con el objetivo de mejorar las condiciones de creación a través de alianzas con centros de producción, espacios de residencia, espacios de exhibición, etc. De esta forma, estamos tejiendo una red de colaboradores -que denominamos ‘cómplices’- que contribuyen a una mayor fortaleza de los proyectos del programa, permitiendo -entre otras cosas- que su aterrizaje en el mercado durante los días de Fira sea más fructífero y, de esta forma, aprovechar al máximo nuestra plataforma de exhibición y de distribución, reforzando pues lo que sería la última fase de la cadena de valor de una creación.
4. ¿Tienes una definición clara de lo qué es hoy, año 2019, el teatro de calle?
Más que hablar de teatro de calle a mí me gusta hablar de artes de calle, considero que integra de una forma más amplia todas las disciplinas. Para mí, las artes de calle son aquella expresión artística que tiene lugar en el espacio público, que tiene en cuenta el entorno y que se preocupa por establecer un diálogo con el ciudadano, con el público. Si a esto se le suma que el contenido de la propuesta es revelador, crítico, inclusivo y experiencial, entonces esa ya sería mi definición top de las artes de calle a fecha de hoy.
5. La Fira nos ha ido señalando algunos caminos por los que pudiera desarrollarse el teatro en espacios no habituales, ¿en qué punto estamos?
La última etapa dirigida artísticamente por Jordi Duran, entre otras cosas, se ha caracterizado por liderar la ubicación de piezas siguiendo la línea de site specific y espacios no convencionales que, como bien dices, son espacios no habituales para el teatro. Lo llamamos el arte de emplazar, de ubicar piezas en el espacio correcto estableciendo un diálogo directo con la pieza. ¡Saber programar en el espacio correcto requiere creatividad y cabe decir que Jordi Duran tiene mucha! Cuando se programa de esta forma ya no hay vuelta atrás, así que… seguiremos investigando. Claro está que las piezas de plaza y de calle también requieren de una atención especial y quizás en este aspecto somos un poco conservadores, tendremos que provocar más.
6. En los últimos años la ordenación espacial y la programación en busca de propuestas alternativas, ¿han consolidado un nuevo mercado donde quepa todo aquello que ofrecéis?
Los eventos públicos tenemos el deber de arriesgar y provocar y, en ese aspecto, FiraTàrrega siempre ha sido vanguardista en las artes de calle. Si las propuestas alternativas tienen calidad y logran comunicarse con el receptor, tarde o temprano terminarán encontrando su mercado, aunque eso a veces lleva tiempo. No sé si hemos consolidado un nuevo mercado, pero lo que sí sé es que hemos conseguido sacar de la zona de confort a programadores que ahora se arriesgan a programar piezas que hace cinco años nunca habrían programado ¡Y eso es fantástico! Se necesitan programadores creativos y activos.
7. Me parece que la opción programática tomada en los últimos años es muy positiva, pero tengo una duda, ¿no se puede quedar en un campo experimental de la Fira sin más proyección?
En todos los sectores, si un mercado quiere avanzar tiene que experimentar, lo hace desde la robótica hasta la industria alimentaria. Una parte de nuestra programación tiene que ser experimental; sin experimentar y sin investigar en nuevos formatos las artes de calle no evolucionarán y eso sería un error. La literatura experimenta, la música experimenta, el cine experimenta e incluso el teatro de sala experimenta. Si queremos unas artes de calle del s. XXI sería un error que FiraTàrrega volviese a un modelo de programación más clásico. Los números son otros, el público es otro, los agentes del sector también evolucionan. La sociedad cambia rápidamente y es lógico pensar que sus expresiones culturales tendrán que hacer lo mismo. El ciudadano nos lleva la delantera y tenemos la obligación de acompañarlo. Pero con precauciones: sí a la experimentación, pero con equilibrio.
8. El público, los públicos, en Tàrrega se han ido renovando, muchos jóvenes toman estos días como una suerte de fiesta alrededor del teatro, ¿lo consideras fundamental o una parte de le las muchas cosas que es Tàrrega?
Sin público no existimos, es así de sencillo y así de complicado a la vez. Los públicos en Tàrrega siempre han sido fundamentales y lo seguirán siendo. Desde que empecé a trabajar en el sector, la preocupación por la captación de público y en concreto jóvenes ha sido y es un debate importante encima de la mesa. Me pregunto si eso no será ya una preocupación endémica. Lo cierto es que en los últimos tiempos la estrategia de captación de públicos también está en las agendas políticas, pero me preocupa que ésta tenga una única finalidad consumista, el consumo de la cultura por el consumo. Esto alimentaría el modelo neoliberal y no me interesa, y menos en las artes de calle. Nos interesa que el público acuda a Tàrrega porque los espectáculos que se programan son herramientas transformadoras de la realidad y cambio social. Si los creadores son capaces de explicar historias en un formato o un código actual, el público estará allí y nosotros, cómo mercado y dinamizadores del sector, tenemos que preocuparnos de que los creadores puedan ofrecer estos códigos escénicos propios del s. XXI.
9. ¿Existe realmente una posibilidad real de incluir la opinión de los públicos más activos en las programaciones?
La declaración de Friburgo sobre derechos culturales en una de las nueve clasificaciones de los derechos apunta que la ciudadanía tiene derecho a acceder a la vida cultural, a participar de ella y a implementarla. En el programa de Apoyo a la Creación 2020 por primera vez vamos a incorporar una figura que hará de conector entre la institución, las compañías y la ciudadanía. El objetivo es realizar actividades paralelas y complementarias a los ensayos abiertos. Esto nos permitirá estar más cerca de la ciudadanía y escuchar la opinión del público más activo y despertar el interés de otros públicos hasta ahora inéditos o inaccesibles para nosotros. Esto no es nada nuevo pero sí que será para nosotros una primera experiencia de la que podremos extraer mucha información.
10. La parte profesional, lo que se llama Mercado, parece uno de vuestros fuertes, ¿cuánto te presiona en la programación esta circunstancia?
Yo me siento cómoda con el mercado. Es una cuestión de equilibrios, se trata de ser consciente de la existencia de una oferta y una demanda. No lo veo cómo una presión sino cómo un diálogo. Pero pienso que esta pregunta tendría que ir dirigida a mi compañero Mike Ribalta, responsable de la Área de Profesionales y mercado ¿Se siente él presionado por la propuesta artística? Somos uno de los espacios de mercado pioneros y referente en el campo de las artes escénicas, la clave está en reinventarse constantemente en forma y contenido. Y eso es justo lo que se va a encontrar este año el profesional que pise La Llotja (nuestro espacio de mercado): cambios físicos y también cambios de contenido, con nuevas aportaciones cómo pueden ser las sesiones de pitching.
11. ¿Cómo te sientes ante tu primera edición como responsable máxima?
Soy responsable máxima en lo referente a contenidos artísticos, pero la Fira es mucho más que contenidos artísticos. La Fira es gestión, es mercado, es sector, es ciudad y, como apuntaba más arriba, también es público. Ante esta primera edición pilotando el área Artística junto a mi compañera Maria Capell, me siento segura, con la tranquilidad de compartir el proyecto con un equipo que sabe lo que hace gracias a sus muchos años de experiencia, con la excepción de la dirección ejecutiva que debuta en esta edición, pero con quien hemos congeniado perfectamente y estamos elaborando el proyecto de los próximos años. En resumen, podría decirse que estoy contenta, con ganas y con nervios positivos.
12. ¿Has detectado algún fallo a remediar con urgencia, o has intuido algún cambio sustancial para próximas ediciones?
El error forma parte del aprendizaje y lo vivo de forma natural. Más que detectar algún fallo a remediar con urgencia me gustaría cambiar los tempos, trabajar con antelación. Esto nos permitirá gestionar mejor en muchos aspectos. En relación a la selección de propuestas, por ejemplo, hemos adelantado el período de presentación y selección. En el ámbito creativo, dentro del programa de Apoyo a la Creación hemos ideado un subprograma que se llama Guaret (Barbecho) y que consiste en apoyar la gestación de un proyecto de una compañía durante dos años. Se trata, de seleccionar una compañía para que empiece a trabajar un proyecto el 2019 cuyo estreno no se realizará hasta el 2020. Esto les permitirá investigar, crear y equivocarse durante un período de tiempo al que aún estamos poco acostumbrados. Aunque sea tímidamente, se escapa de la lógica y de los tempos que nos ha impuesto la globalización. Soy más del largo plazo que del corto plazo.
13. Una pregunta residual, ¿cómo ves el resto de ferias del Estado español y su coordinadora?
Sabes que esta no es una pregunta residual. Pienso que en general todas las ferias necesitamos un buen meneo, y fíjate que he dicho todas, plural. Tenemos que plantearnos si el modelo vigente es un modelo viable y si es un modelo de futuro. Existen modelos de redes internacionales que funcionan muy bien. Por ejemplo, la red británica XTRAX, apoyada públicamente por el Arts Council y que son el revulsivo de las artes de calle en ese país, tienen muy claro cuáles son sus objetivos. Quizás nos toque copiar o inspirarnos en estos modelos, adaptándolos a nuestro propio contexto.