Del 3 al 26 de julio tendrá lugar la 37ª edición del Festival de Almada en Portugal, cita que ha debido adecuarse a los protocolos sanitarios y suprimir el escenario al aire, por lo que las representaciones se realizarán en siete salas, con el aforo reducido, y con un programación volcada en la creación teatral portuguesa que vuelve a los escenarios tras tres meses y medio parada por la pandemia.
De los diecisiete espectáculos que se presentarán, tres de ellos son estrenos, y tratan temas como la juventud, la sexualidad, la herencia colonial, la gentrificación, la violencia de género, la opacidad del mundo financiero, la intolerancia religiosa, el crecimiento del populismo y la importancia de la memoria literaria.
Se inaugura esta edición con el estreno de ‘Bruscamente no Verão passado’ de Tennessee Williams, dirigida por Carlos Avilez para el Teatro Experimental de Cascais. También Comuna – Teatro de Pesquisa estrena ‘As artimanhas de Scapin’ de Molière, con dirección de João Mota y traducción de Carlos Drummond de Andrade. El tercer estreno será a cargo de la Companhia de Teatro do Algarve, con ‘Instruções para abolir o Natal’ del canadiense Michael Mackenzie, con dirección de Isabel Pereira dos Santos.
El Teatro Nacional D. Maria II de Lisboa y el Teatro Nacional São João de Porto coinciden en Almada con dos creaciones de sus directores artísticos. Tiago Rodrigues interpreta ‘By Hearth’, un mónologo en el que enseña un soneto de Shakespeare a diez espectadores que se juntan en escena; y Nuno Cardoso presentará su más reciente dirección, ‘Castro’ de António Ferreira, que hizo únicamente tres representaciones cuando se estrenó en marzo.
La anfitriona del festival, la Companhia de Teatro de Almada, representa dos espectáculos: ‘Mártir’ de Marius von Mayenburg con dirección de Rodrigo Francisco, y ‘Viagem de Inverno’ de Elfried Jeli-nek, con dirección de Nuno Carinhas.
Por segunda vez en el festival, António Pires presenta con Teatro do Bairro una pieza de Gertrude Stein, ‘O Mundo é redondo’, una de las pocas historias de Stein para niños que Luísa Costa Gomes tradujo. Por otro lado, ‘A criada Zerlina’, la narrativa del austríaco Hermann Broch, se podrá ver bajo la dirección de João Botelho.
Bohumil Hrabal afirmó una vez que había venido al mundo sólo para escribir ‘Uma solidão demasiado ruidosa’, y el actor António Simão de Artistas Unidos parece no conseguir desligarse del monólogo que extrajo del texto del autor checo desde que lo estrenó en 1997.
También está programada ‘A grande emissão do mundo português’ a cargo de Teatrão, que aborda el papel que la Emissora Nacional tuvo en la difusión de la ideología del Estado Novo. El grupo de Coimbra procura confrontarse con el presente, reflejando la influencia de los nuevos populismos y los medios de comunicación para propagar sus ideas.
La nueva dramaturgia portuguesa estará representada por Tiago Correia con ‘Turismo’, estreno de A Turma que aborda el problema de la gentrificación, debido a la presión turística, referida en este caso a Porto. Raquel Castro escribió ‘Turma de 95’ a partir de una idea original de la compañía inglesa Third Angel (Class of 76), y fue estrenado por la Companhia Barba Azul. Y André Murraças es un dramaturgo y performer ligado al activismo LGBT que en ‘O criado’ aborda una novela de Robin Maugham (The servant).
La programación extranjera está formada por tres obras: ‘Rebota, rebota y en tu cara explota’, una performance de Agnés Mateus y Quim Tarrida; ‘Future Lovers’ de La Tristura, pieza que abre una ventana a la vida de seis jóvenes que surfean la bisagra vital que son los 18 años; y la completa Mario Pirovano, discípulo de Dario Fo con ‘Johan Padan à descoberta das Américas’, una anti-epopeya cómica con Cristóbal Colón de fondo.
El homenajeado de esta edición será el actor Rui Mendes, con una exposición de José Manuel Castanheira titulada ‘O actor que queria ser sinaleiro’, que se podrá ver en el Teatro Municipal Joaquim Benite.
Encuentros críticos y un curso de formación completan la oferta de la 37ª edición del Festival de Almada.
