La Extinta Poética estrena ‘Convertiste mi luto en danza’ de Eusebio Calonge
El Teatro de Las Esquinas de Zaragoza acoge los días 18 y 19 de diciembre el estreno de ‘Convertiste mi luto en danza’, pieza escrita por Eusebio Calonge y dirigida por Paco de La Zaranda que presenta la compañía La Extinta Poética.
Según explican sus creadores, ‘Convertiste mi luto en danza’ nace como respuesta a una carta recibida hace años, en la que una madre, Elena, dolorosamente les contaba cómo su hija María Pisador, desahuciada por un cáncer terminal, se desplazó en ambulancia del hospital de Pamplona hasta el Teatro Principal de San Sebastián para cumplir su deseo de ver a La Zaranda, falleciendo pocos días después.
«No tiene esta obra la intención de contar su historia, pero sí está en ella su impulso, aquel que nos enseña nuestro sentido como artistas, el de servir de trasmisor, entre la soledad de un ser humano y el infinito. Muchas tentativas después (se necesita mucho tiempo para que la intensa emoción no empañe la claridad de lo que queremos comunicar), nos decidimos a trascribir nuestros sentimientos sobre el escenario. Un modo de agradecimiento a quien no conocimos ni ya podremos conocer de este lado del horizonte».
La obra
Repentinamente el destino dio un manotazo que les arrebató todo. Un diagnóstico inesperado hizo trizas sus rutinas cotidianas, precipitando el derrumbe de sus relaciones, trabajos, proyectos… En ese momento decisivo en el que la esperanza lucha con la muerte, es cuando se cruzan estas dos mujeres. Personalidades muy distintas, en sus modos de entender el mundo, sus gustos, sus estados de ánimo, y sin embargo están de la mano ante ese abismo al que la enfermedad y el dolor las empuja. Desamparadas en mitad de sus miedos, aisladas en sus tristezas, todo lo esencial comienza entonces a tomar sentido, alumbrando la penumbra de sus consciencias, buscando entre los sueños perdidos, los recuerdos, en la profundidad del presente, un frágil motivo de alegría.
Porque solo nos queda el arte para que la muerte no tenga la última palabra, elevamos esta elegía escénica, un testimonio de que al fin la poesía, la belleza, permanece entre nosotros para siempre.