Autor: Santiago Serrano
Mientras cada personaje se convierte en el escenario de su propia tragedia, cobrando espesor psicológico en sus desfases con los demás, los males contemporáneos vienen denunciados en un juego de claroscuros y de caídas metafóricas: la soledad, el individualismo, el desencanto político, la violencia, el incesto, el suicidio, son algunas de las tragedias que se perfilan, en un sabio manejo de la palabra y del silencio, de la presencia y de la ausencia. Coexisten los impulsos humanos más sublimes con una dimensión grotesca que, lejos de ocultar la violencia humana, la desenmascara. Caja de resonancias de una búsqueda existencial, el teatro serraniano desafía los límites de lo inefable y supera las dialécticas con un toque de irreverencia lúdica.