El 22 de junio se estrenará en el Teatro Echegaray de Málaga ‘La verdadera identidad de Madame Duval’, obra de Antonio Miguel Morales dirigida por Roma Calderón e interpretada por Adriana Bocalon, Alejandra Cid y Tirititando de Luisa.
Factoría Echegaray presenta ‘La verdadera identidad de Madame Duval’, un homenaje al valor de la amistad y del amor sin etiquetas, que se erige como un acto de justicia contra ese olvido con el que la historia reciente pretende castigar la labor de las mujeres pioneras en cualquier ámbito de la vida. Al tiempo que Madame Duval nos revela su historia sentimos que es posible ganarle la batalla al olvido y reconquistar así la alegría luminosa de la memoria.
Roma Calderón apuesta para contar la historia por un espectáculo teatral multimedia con dos actrices y una vídeo-jockey/Disc-jockey en escena. El montaje se sustenta en la investigación sobre el cuerpo en constante movimiento con el apoyo de las nuevas tecnologías y la composición en vivo del espacio audiovisual y sonoro.
En palabras del autor, “La verdadera identidad de Madame Duval investiga los mecanismos que desarrollan los seres humanos para resistir cuando las circunstancias les son hostiles. Las protagonistas de esta historia son mujeres que irradian ternura y fortaleza; que se aferran para sobrevivir al arte, a la música, a la política, a las relaciones humanas, y que sin saberlo se convierten en espejo de una contemporaneidad que ve en ellas la manera de salir del encierro cotidiano, del dolor cotidiano, de la tristeza cotidiana y de agarrarse con fuerza a la alegría, al amor, a la amistad y a la rebeldía como únicos mecanismos posibles de supervivencia».
Según la directora, “es obligado dar las gracias a todas aquellas mujeres que trabajaron, incluso entregando sus vidas, para que mujeres como nosotras podamos estar donde estamos ahora. Yo no podría estar dirigiendo este montaje ni tomando decisiones sobre cómo vivir mi vida sin ellas, sin su piel, sin esa hermandad que traspasa el espacio y el tiempo. Esta pieza es un acto de amor. Es un grito de GRACIAS a unas mujeres que sin lugar a dudas se emocionarían si pudieran vernos hoy, porque somos la herencia de su compromiso y de su trabajo: SOMOS SU ÉXITO”.
