Paso de Gato cumple 20 años
En estos espacios de opinión y crítica teatral nos abocamos a sugerir modos y modas, relaciones entre espectáculos y espectadores, vivencias personales ante el hecho teatral. Está bien, es lo propio de una revista dedicada a estimular e informar al mundo del teatro y sus alrededores. Pero por una vez quiero referirme a una revista aliada de @ArtezBlai, para hablar de un fenómeno muy singular: los 20 años de existencia de la revista mexicana de teatro Paso de Gato.
¿A quién puede ocurrírsele llamar a una revista de teatro Paso de Gato? Detrás del inocente título se encuentra la voluntad de partir de las entrañas mismas de la escena. El paso de gato es para andar en las alturas del foro, convivir con la tramoya y los tramoyistas, observar el quehacer escénico desde el sudor y riesgo de aquellos que trabajan en la sombra para que la obra se lleve a cabo. El paso de gato en la escena de forma italiana es la unión por el techo de un extremo a otro del escenario. Quiere decir que en la línea editorial, el punto de vista principal no es académico, es el de aquel que va a la materia y se entiende de foros: la revista Paso de Gato es un estímulo y espejo para la acción teatral.
Lo que empezó como una publicación trimestral pronto se convirtió en una empresa editorial de largo alcance, que abarca la publicación de nuevas obras de teatro, de tratados de actuación, antologías con obras latinoamericanas, de ensayos de teoría dramática, de manuales técnicos y más. Se trata de un proyecto editorial inconcebible sin apoyos externos, pues además de la venta física de la revista y los libros, es necesaria la intervención de agentes culturales externos, mismos que ha perdido la editorial en los últimos años.
De estos abandonos el más desleal fue el de la Sociedad General de Escritores de México, SOGEM, pues le quitó los locales que ocupaba Paso de Gato aumentando el alquiler de las oficinas de manera desproporcionada. ¿Por qué opino que es desleal? Por la razón de que la editorial Paso de Gato es un apoyo inmejorable para la nueva dramaturgia mexicana y latinoamericana, y con esta decisión la SOGEM se convirtió en un empresario más con intereses comerciales renunciando a su deber de estimulo para la creación literaria. A esto se añade la ausencia de estímulos oficiales por parte de un gobierno embarcado en una desoladora campaña contra la creatividad independiente.
Pero no escribimos aquí para quejas o denuncias. Hoy escribo para festejar los veinte años de la edición de la Revista Paso de Gato; se dice fácil, pero representa un amor por la divulgación del quehacer teatral. Hoy escribo para celebrar que a pesar de los obstáculos, sus directores Jaime Chabaud (dramaturgo) y José Sefami (actor) siguen publicando la revista, con la ayuda de Leticia García como editora y correctora.
Hoy escribo para celebrar la entrega a la Editorial Paso de Gato del Premio de la Cámara Nacional de la Industrial Editorial Mexicana (CANIEM 2021) al arte editorial. Es la cereza en el pastel del festejo de los 20 años del proyecto, como lo dijo Jaime Chabaud al recibir el premio.
Los tiempos nunca son buenos para las publicaciones de teatro y para la editoriales con temas artísticos, pero actualmente en México son francamente adversas con un pernicioso y desalentador plan de austeridad que sólo favorece a los aliados y publicistas del gobierno. Pero es ante la adversidad cuando el temple y la fortaleza se afinan. Larga vida para la editorial Paso de Gato.
París noviembre 2021