Belleza negra
Un atisbo hacia el mundo suburbano de las grandes metrópolis. Mundo oscuro de violencia, desesperanza, de una vida difícil. Flora Tristán decía que la mujer es “la proletaria del proletario”. Aquí podemos observar como también resulta ser la marginal de los marginales, en ese sector en aumento que lo conforman la pobreza y el rechazo, pero que también construye la subcultura denunciante del Hip-hop.
En la obra “Cellule” de Anne-Marie Van, alias Nach, puede palparse este grito de protesta, esta acusación que surge y se rebela desde el lenguaje del cuerpo, a veces desesperado, a veces rendido, a través del subgénero del Krump. Un trabajo en solitario en el que se adivina la angustia del extranjero que encuentra la gran ciudad como un sitio hostil; y a la vez, se distingue la perseverancia en su lucha diaria.
Además del magnífico dominio de los movimientos de danza urbana y contemporánea, y el apoderamiento del espacio, lo que más resalta de la obra es la penumbra. Como una metáfora del grupo humano ignorado que la bailarina representa, la oscuridad inunda el escenario. La luz proviene apenas de una pequeña lámpara que la artista proyecta sobre sí misma o de las luces verticales que salen de las mamparas que semejan puertas cerradas. Sobre estas se proyectan fragmentos de películas; hombres protestando, intimidades forzadas, enfrentamientos con el espejo, los edificios altísimos e indiferentes. La musicalidad se encuentra en armonía con los movimientos y silencios. Es muy bella la alegoría a una vagina sangrante: la feminidad triste y a la vez sensual que no puede ser acallada.
Nach usa el vestuario como símbolo, tanto por su presencia como por su ausencia. Representa la identidad africana, una bandera de colores que recuerda su lugar de origen, pero también es vulnerabilidad, una pertenencia que duele.
Vivimos en un tiempo en el que todavía cuesta volver la vista hacia aquellas tribus urbanas de la periferia. Pero esas subculturas están allí, presentes, expresando sus miedos y valentías, recordándonos que cada batalla social y política tiene su consecuencia en la realidad actual. Ellas están allí, en las calles, integrando una luz que apenas se vislumbra para mostrarnos lo vertiginoso de su causa. La celda se ha abierto para entregarse y reivindicarse de un solo golpe.
Paulina Soto-Aymar
FICHA ARTÍSTICA | |
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Espectáculo | Cellule |
Coreografía | Nach |
Escenografía, luz y vídeo | Emmanuel Tussore |
Director técnico, diseñador de sonido | Vincent Hoppe |
Construcción de decorados | Boris Munger y Jean-Alain Van |
Coproducido con | Espace 1789, Scène conventionnée danse – Saint Ouen, Maison Daniel Féry – Nanterre, CDCN Atelier de Pars / Carolyn Carlson – Vincennes, Théâtre de Fresnes; con el apoyo de la Red de las Alianzas francesas en Ecuador; con el apoyo de: La Maison des Métallos – Paris, La Scène nationale de Saint-Nazaire, le CND – Pantin, Le CCN de Roubaix, le CCN de La Rochelle |
Producción | NACH VAN VAN DANCE COMPANY |
Administración, producción, gira | Missions Culture, Marie-Anne Rosset et Sophie Cottet |
Fotografía | FB del Festival Internacional de las Artes Vivas de Loja |
Lugar | Teatro Nacional Benjamín Carrión Mora |
Fecha | 19 de noviembre |
Hora | 20:00 |