El Teatro del Barrio estrena ‘Homenaje a Billy El Niño’
La obra se presenta como un relato de las torturas policiales que premiaron y silenciaron los poderes democráticos.
‘Homenaje a Billy El Niño‘ es la nueva producción del madrileño Teatro del Barrio, que se podrá ver del 23 de febrero al 3 de abril. El espectáculo exhibe las huellas de nuestro pasado, la violencia con la que también se construyó la Democracia: ofrece el testimonio de las torturas que causó, en los años 70, el jefe de policía Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, condecorado por la Dictadura e incluso por los gobiernos de la Democracia. Ruth Sánchez y Jessica Belda firman el texto; ambas ya coescribieron juntas otra de las obras producción del Teatro del Barrio, ‘La Sección. Mujeres en el Fascismo español‘, así como ‘Españolas, Franco ha muerto‘. Dirige ‘Homenaje a Billy el Niño‘ Eva Redondo y lo protagonizan Antonio Gómez, Jesús Barranco y Jessica Belda.
«El título lleva la palabra homenaje porque a Billy El Niño, como a otras tantas personas vinculadas a la represión de la Dictadura, se las homenajeó ininterrumpidamente durante la Transición y muchos años después. Hace referencia no solo a sus medallas sino también al silencio cómplice de los que nunca protestaron por ellas», expresa Ruth Sánchez. «El texto es Teatro Documento, y para construirlo nos hemos basado en testimonios reales y en la querella que se ha presentado contra las torturas de la Dictadura en Argentina», añade Jessica Belda. «Yo doy las gracias a todos los que pusieron su cuerpo para conseguir más derechos en esto que llamamos, de forma autocomplaciente, democracia. En especial, a Chato Galante, con cuya colaboración se inició este libro».
Antonio González Pacheco murió en mayo de 2020 en un hospital de Madrid. Tenía 73 años y estaba infectado de coronavirus. Había formado parte de la Brigada Político Social (grupo policial de represión) de los últimos años de la dictadura (1939-1975), y tenía el mando en los calabozos de la Puerta del Sol de Madrid, donde aplicaba, durante los interrogatorios, técnicas de castigo humillantes y de intensísimo dolor. Por ejemplo, el uso de puños americanos, patadas, puñetazos, porras y movimientos copiados de las artes marciales. También colgaba a las personas detenidas de una barra, por las rodillas. Recibió, por todo ello, felicitaciones públicas y premios en metálico. Y ya en los años de democracia, Billy el Niño estuvo vinculado al Caso Villarejo, a través de su empresa de seguridad.
Cuando murió, pesaban sobre él varias denuncias por crímenes y torturas. Pero nunca fue investigado judicialmente, porque los jueces se amparaban, para evitarlo, en la Ley de Amnistía de 1977. Además, la Audiencia Nacional se opuso a su extradición a Argentina, donde lo reclamaron en la querella abierta por crímenes cometidos durante la Guerra Española (1936-1939) y la Dictadura Franquista; la Audiencia argumentó que habían prescripto los delitos por los que se lo requería, y no podían calificarse «de lesa humanidad» porque no formaban parte de un «ataque sistemático y organizado a un grupo de población». El Parlamento español sí había acordado, en febrero de 2020, iniciar los trámites para publicar el expediente de concesión de medallas a González Pacheco, y el Gobierno se había comprometido a retirarle las medallas que le habían sido otorgadas, y que incrementaban en un 50% su pensión. Pero el trámite quedó pendiente. Billy El Niño murió con todas sus condecoraciones y privilegios intactos.