Foro fugaz

Gracia y Duende en París

En estos días dos notables actrices españolas están en la cartelera teatral de París… Carreras diferentes con un punto en común: Pedro Almodóvar, el faraón del cine español desde la Movida hasta ahora. Testigos de la llegada de la  democracia a España, de la entrada del país a Europa, momentos hoy tan lejanos que nos parece un mito; con asombro lo digo, así se fundan las leyendas. Y estas  actrices ya son leyenda: la diáfana Carmen Maura y la pizpireta Victoria Abril. 

Ambas actúan en francés sin renunciar a su acento, sin dejar de mezclar palabras en español en sus parlamentos, sin abandonar el conflicto de usar una lengua en la que son invitadas (extranjeras) combinadas con las emociones y exigencias de una obra. Tarea excitante, divertida y riesgosa.

La Maura la encontramos en La Golondrina de Guillem Clua que ya fue estrenada en Madrid con la actriz que ahora la presenta en París, pero ahora en su versión francesa. El programa de mano nos recuerda que hacía 30 años que Carmen no actuaba en París. Y es en el teatro Hébertot en donde se presenta bajo la dirección de Anne Bouvier, con el actor Grégori Baquet que completa el reparto. Un dúo escénico en el que el autor medita sobre la violencia terrorista en el mundo y sus efectos en los ciudadanos de a pie.   

A Victoria la tenemos en Drôle de genre (Género especial) de Jade-Rose Parker, que también actúa en la obra y que se presenta en el teatro de la Renaissance. En esta obra Victoria Abril nos presenta en el tono de comedia un matrimonio con cambio de sexo, acompañada por Lionnel Astier. 

«Regresar al teatro me da fuerzasme estimula«, dice Victoria en diferentes entrevistas. El teatro como fuente de fuerza interior, estoy de acuerdo. Punto de apoyo para salir de una fase de reposo forzado como ocurrió en Francia por culpa de la pandemia, meses de inactividad y depresión, encerrados en nosotros  mismos. Pero ahora Victoria brilla en el escenario.    

Por cierto recuerdo el momento en que Victoria Abril asistió al homenaje que el festival de cine de mujeres de Creteil le hacia a la doña, a María Félix en 1996. Las dos partieron plaza, Abril cortejada por un público joven, la Félix acompañada por los manes cinematográficos de todos los tiempos. Noche de magia, vanidad y mito, con María Félix al grito de «¡aquí estoy yo!» y la Abril con el estandarte «¡aquí llego ahora!». Entretanto evoquemos a Manrique, «¡cuan presto se va el placer! Como a nuestro parecer cualquiera tiempo pasado fue mejor…». Un suspiro, la vida. 

Pero el teatro regenera todo en sus noches escénicas, y en el foro aparecen vitales, pícaras, españolas, las dos actrices que unió el cine de Almodóvar, Carmen Maura y Victoria Abril. 

Esta caja de recuerdos me lleva a pensar en María Casares el emblema de las actrices españolas en Francia. Pero ese será el tema de otra crónica. 

París, febrero de 2022


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