‘Tea Rooms’ retrata a un grupo de mujeres trabajadoras de comienzos del siglo XX
Dirige Laila Ripoll y se podrá ver en el teatro Fernán Gómez de Madrid entre el 10 de marzo y el 24 de abril
El teatro municipal de Madrid Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa presenta ‘Tea Rooms‘ el primer montaje de producción propia que dirige y versiona su actual directora artística, Laila Ripoll. ‘Tea Rooms‘ es una obra de Luisa Carnés que se podrá ver del 10 de marzo al 24 de abril en la Sala Jardiel Poncela. La interpretación corre a cargo de Elisabet Altube, Paula Iwasaki, María Álvarez, Clara Cabrera, Silvia de Pe y Carolina Rubio. Cuenta con música original de Mariano Martín, vestuario de Almudena R. Huertas, escenografía de Arturo Martín Burgos y videoescena de Emilio Valenzuela.
Laila Ripoll, directora artística del teatro, habla así sobre la obra: «Tea Rooms supone un descubrimiento, el hallazgo de una autora y una obra singular, comprometida y profunda. Luisa Carnés, considerada la más importante narradora de la generación del 27, traza en esta novela un relato construido a partir de unos personajes claramente definidos, tratados con humanidad y comprensión. Por todo ello la adaptación al teatro ha sido natural, ya que la historia se entreteje a partir de las conversaciones, los anhelos y los sueños de estas muchachas que poseen caracteres y personalidades magistralmente retratadas”.
El montaje se desarrolla en la trastienda de un famoso salón de té de Madrid, con la intención de que el ambiente invada todo el espacio y rodee al espectador, sumergiéndole por completo en la atmósfera del salón. La juventud, la alegría, la energía de los personajes contrasta, a veces, con sus tristezas, con la desgracia imprevista, con los sueños por cumplir y también con los que no se cumplirán nunca. En definitiva, “un texto que conserva una vigencia absoluta y en donde nos podemos ver reflejados.»
La obra cuenta la historia de varias mujeres, empleadas de un distinguido salón de té cercano a la Puerta del Sol. Son Antonia, la más veterana; Matilde, alter ego de la autora; Marta, la más joven, a la que la miseria ha vuelto valiente y decidida; Laurita, la protegida del dueño, frívola y despreocupada; Teresa, la encargada, el perro fiel, siempre defendiendo a la empresa… Son mujeres acostumbradas a obedecer y a callar, a estirar un jornal que no da ni para comprar un billete de tranvía. Son mujeres que sufren, que sueñan, que luchan, que aman… Y, de fondo, un Madrid convulso y hostil.