Se escaparon demasiadas tortugas
La complejidad del reparto competencial en la gestión de la Cultura en España supone un amplio y diverso entramado institucional que no ayuda demasiado en el diseño e implantación de políticas culturales coherentes. Las ramas y el follaje de las distintas administraciones tanto de ámbito nacional, autonómico, foral y/o municipal conforman unos bosques lluviosos tropicales densos en competencias con gran diversidad forestal, con abundancia de lianas y con una fauna peculiar sin ningún peligro de extinción.
Evolucionar en este habitat es, cuando menos, complicado. Los caminos y senderos se abren como bien se puede, soportando picaduras, sorteando obstáculos y superando problemas a duras penas. Las comunidades autonómicas se responsabilizan del apoyo a la creación, fundamentalmente con programas de subvenciones a las compañías y productoras. También coordinan los circuitos y específicamente la circulación y gira de los espectáculos. El gobierno central plantea apoyar indirectamente la creación a través de órdenes que impliquen la realización de giras artísticas con el objeto de solventar un problema competencial con una definición cogida como mínimo con pinzas.
Además, el colapso que vive el INAEM, cada vez con menos recursos humanos, complica mucho su capacidad de gestión y eficacia. Las diputaciones no tienen el mismo peso en todas las comunidades autónomas. En la Comunidad Autónoma Vasca y en la Navarra, las diputaciones son las recaudadoras de los impuestos y financiadoras de sus gobiernos autonómicos y, lógicamente, de los ayuntamientos de cada territorio. En el resto del Estado español las diputaciones tienen un peso específico menor. Como consecuencia de la potencia económica de las diputaciones coexisten una amplia gama de intervenciones distintas; desde gestión directa de espacios y festivales, becas de formación, hasta la financiación de los propios ayuntamientos.
No obstante, no debemos olvidar que la base administrativa de la Cultura en España, la administración que cuenta con la red de exhibición más potente tanto en espacios como en eventos, certámenes o festivales es la administración local. Los creadores tienen que acudir inexorablemente a los espacios o festivales municipales para que sus espectáculos lleguen al público. Por su parte, lo privado tiene otro recorrido distinto de corte más comercial, en general. Es decir, los municipios sujetan y sostienen la creación en España, y cierran el círculo creación-público gracias a la extensa red de exhibición que gestionan.
En el contexto territorial vasco, la diputación foral es un gobierno con mando en plaza. El ayuntamiento, capital de provincia, además de su responsabilidad exclusivamente municipal, adquiere una responsabilidad específica derivada de su capitalidad y de ser el centro administrativo del territorio. Las propias diputaciones en ocasiones desarrollan proyectos que en más de una ocasión rozan o traspasan los límites de su ámbito competencial entrando en terrenos “municipales”. La coordinación interinstitucional no es que sea necesaria, sino que es absolutamente imprescindible.
San Sebastián es la capital de Gipuzkoa, conocida por la bahía de La Concha, por su gastronomía, por el Festival Internacional de Cine, o por el Festival de Jazz. Fue Capital Europea de la Cultura 2016. Aspira a ser una ciudad referente en el mundo también por su apuesta cultural. Lo que ocurre es que para mantener ese liderazgo en el territorio, para ser la ciudad tractora que le corresponde, que merece, que aspira y que presume no debería haber dejado escapar tantas tortugas a lo largo de los últimos cuarenta años… Hagamos un poco de historia.
ANTZERTI
En marzo de 1983 el Gobierno Vasco creó ANTZERTI, la escuela de teatro del País Vasco con sede en Zorroaga, en San Sebastián. Era “la escuela” de teatro no reglada más importante en el País Vasco, la más relevante. De las promociones de actrices y actores de Antzerti se ha nutrido durante muchos años la escena vasca. Se cerró aproximadamente en 1995.
En 2015, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco creó DANTZERTI, Escuela Superior de Arte Dramático y Danza, en el Conservatorio Juan Crisóstomo de Arriaga de Bilbao, adaptando sus instalaciones y servicio a las necesidades educativas. En San Sebastián ANTZERTI desapareció y se creó DANTZERTI en Bilbao.
ARTELEKU
El centro, abierto en 1987, fue la envidia de muchos, principalmente artistas, de cualquier punto de España, que reclamaban algo parecido para sus ciudades. 27 años después ARTELEKU abandonó su sede de siempre, en el barrio de Martutene de San Sebastián. Momentáneamente se ubicó en el convento de Santa Teresa hasta su desaparición definitiva. No se pudo sujetar un proyecto que fue único. Hay quien apunta como causa de ese declive a un mal engranaje del proyecto con TABAKALERA, del que supuestamente era el embrión. Lo cierto es que Arteleku desde que se fue Santi Eraso, el que fuera director del centro durante 20 años, no volvió a ser lo que fue.
Arteleku fue un referente. Sus impulsores “sabían que hacer grandes espacios, como un museo, estaba bien, pero había que dar algo más a la cultura, había que crear más cultura y dar conocimiento a los artistas”. Se atrevieron y dejaron que los artistas apostaran por innovar y por experimentar. Se les dio oportunidad para crear con libertad. Soñaron “con un modelo donde el eje era la producción artística y la transmisión de conocimiento a través de la experiencia con otros artistas”, en palabras del propio exdirector. En 2015 se inaugura TABAKALERA, centro para la creación artística y cultural, para promover el pensamiento crítico y para facilitar el acceso y el disfrute de la cultura. TABAKALERA llegó a San Sebastián, siendo un proyecto muy distinto al desaparecido ARTELEKU.
ARTESZENA
La Diputación Foral de Guipúzcoa creó ARTESZENA en San Sebastián en 1993. Fue el embrión de lo que podría haber derivado en el Centro Dramático Vasco. Una unidad de producción y de creación referente para la dramaturgia vasca en euskara y en castellano. Iniciativa importante como apoyo al sector escénico, como salvaguarda de los grandes repertorios dramáticos contemporáneos y de la dramaturgia vasca, sobre todo en euskera. Arteszena apoyó, además, géneros artísticos y manifestaciones artísticas como el circo, la danza, la performance.
Maribel Belastegi y Fernando Bernués, fueron los dos directores de Arteszena. Eligieron “La cacatúa verde” de Arthur Schnitzler, dirigida por Mario Gas como primera producción. Un autor poco representado, primera vez en euskara, más de 23 intérpretes en escena, un equipo artístico muy fuerte, una producción de formato grande que se estrenó en Vitoria. “La cacatúa verde” fue el primero de los tres espectáculos que se produjeron. Arteszena nació y tuvo su sede en San Sebastián hasta que desapareció. Se llegaron a producir tres espectáculos. La Diputación se quedó sola con un proyecto ambicioso. Proyecto que hubiera supuesto un pilar fundamental para la escena vasca. Ni el Gobierno Vasco de la época, ni otras instituciones lo vieron, ni lo apoyaron, ni lo defendieron… y Arteszena desapareció.
Hoy día, el Teatro Arriaga de Bilbao es el centro de producción más regular e importante en el País Vasco. Iniciativas como ANTZ3RKIZ, espacio de colaboración histórico de los teatros capitalinos vascos, Teatro Arriaga de Bilbao, Teatro Principal de Vitoria y Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, puntualmente coproduce espectáculos de gran formato como “Los papeles de Sísifo”, texto de Harkaitz Cano o “El hijo del acordeonista” de Bernardo Atxaga o “La celda sin noche” de Galder Irusta, en participación con otros coproductores como Tanttaka Teatro, Centro Dramático Nacional (CDN) o Ministerio de Cultura de Costa Rica, respectivamente.
Arteszena desapareció, San Sebastián se quedó sin él, y el País Vasco sigue teniendo una asignatura pendiente con la ausencia de un centro dramático que defienda al sector, la dramaturgia vasca contemporánea y, en definitiva, al público.
SAROBE
En julio de 1994 se inauguró SAROBE, una infraestructura de la Diputación Foral de Gipuzkoa y del Ayuntamiento de Urnieta para la producción de espectáculos y residencia de compañías artísticas. Si hay un edificio que distingue a Urnieta del resto de municipios ése es el centro de artes escénicas Sarobe. Han sido muchos los grupos artísticos, de teatro y danza, que han utilizado la instalación para “levantar” sus espectáculos. Sarobe fue un proyecto pionero de ámbito territorial, que ha tenido influencia en la creación de HARROBIA, centro de innovación en producción escénica, por cierto, en Bilbao. Sarobe goza de buena salud tras 28 años de andadura.
DANTZAGUNEA
DANTZAGUNEA se creó en 2009 de la mano de la Diputación Foral de Gipuzkoa y tuvo su primera sede en Arteleku, en San Sebastián. El Plan Vasco de la Cultura consideró como principal línea de trabajo del ámbito de la danza la implantación de una Casa de Danza, un Dantzagune, como centro de recursos y referente para la danza en cada provincia.
En Dantzagunea tienen cabida todo tipo de danzas, prestando servicios de apoyo a asociaciones, compañías y agentes que trabajan en la práctica de la danza: cesión de salas de danza, coordinación con la red de salas de Gipuzkoa, actividades de formación continuada, asesoramiento y difusión de convocatorias y subvenciones dirigidas a la promoción de la danza.
En 2014 Dantzagune abandona San Sebastián y se traslada al edificio Niessen de Errenteria. Hoy día se ubica en el Centro Manuel Lekuona de la misma localidad.
El Ayuntamiento de Pasajes ha adquirido en propiedad la Fábrica Luzuriaga aunque todavía su uso está por definir.
A San Sebastián se le han escapado demasiadas tortugas.
La Capitalidad Europea de Cultura 2016 dejó un exiguo legado que se ha ido diluyendo y difuminando poco a poco. No se pudo ni mantener la sede de la capitalidad europea, los antiguos bomberos, para usos culturales. Una vez más, se dio prioridad de uso a cubrir necesidades administrativas. No es la primera vez que esto ocurre.
Tenemos un futuro amenazado, existe un peligro real de supervivencia de las artes escénicas, se ha creado un estadio propicio para la desaparición y aniquilación del sector cultural en vivo de un país, tanto en lo privado, como en lo público. No somos ni Alemania, ni Francia, ni Bélgica, ni Suiza, ni Holanda. No son realidades comparables, ni inversiones de dineros públicos similares. La post-pandemia está siendo terrible a nivel de públicos: cambio de hábitos, búsqueda de espacios abiertos, recesión económica. Lo cierto es que al público le está costando volver. Por eso, lo público debe ser capaz de sostener esta situación consolidando medidas de apoyo, aguantando el chaparrón, soportando el tirón, generando políticas paliativas, apostando en serio. Recuperando la confianza del público a través de la regularidad, de la verdad y de la calidad.
En concreto, en San Sebastián se han escapado ya demasiadas tortugas. Escrito todo lo anterior, acaso la apuesta fuerte e interinstitucional para el sector y para el Arte sería la creación de un Centro Dramático Vasco. Es quizás la oportunidad que le queda a Donostia para realmente erigirse con fuerza y tomar el status que nunca debió perder. Donostia con el apoyo del Gobierno Vasco y de la Diputación deberían acordar, diseñar e impulsar un proyecto clave en un sector debilitado y en crisis. Una apuesta firme y contundente para apoyar y consolidar una dramaturgia contemporánea, y en euskera que refuerce la importante creación vasca, que genere cultura e identidad que redunde directamente en los artistas, y lo que es más importante, en la ciudadanía y en el público, al único que hay que rendir cuentas. ¿Se escapará también ésta?