Y si de drogas se trata…
Y si de drogas se trata, los barrios pobres, por siempre los más afectados en situaciones críticas, han sido secuestrados por la droga.
Su típico accionar es demasiado claro: Reclutar como soldados a jóvenes/niños de familias destruidas necesitados de un sentimiento de pertenencia y entregarles el poder de las armas a quienes aún no tienen verdadera conciencia del otro.
Practicar eso de “amor y palos” para ganarse a una comunidad, es decir regalar dinero a los más necesitados, organizar fiestas, y, por otro lado, mostrar con violencia extrema su poder prácticamente absoluto.
Por la topografía del lugar donde vivo, aunque no colindo con una Población Callampa, Fabela, Villa Miseria, o como se le quiera llamar, se exactamente cuando llega la merca porque el evento no es publicitado por redes sociales, sino con fuegos artificiales y muchos disparos al aire, algunos de los cuales atraviesan los frágiles techos, porque todos sabemos que todo lo que sube tiene que bajar, y una bala disparada, ojalá al aire, tarde o temprano tiene que bajar.
Las drogas en esencia no son malas, porque en su origen fueron creadas por la ciencia para solucionar los problemas del hombre, ya fuesen estos físicos o psicológicos. Si retrocedemos aún más en el tiempo, antes de la medicina moderna y el negocio de los laboratorios, los chamanes utilizaban drogas naturales provenientes en su mayoría de plantas, para ayudar al hombre a hacer un viaje en el cual pudiese encontrar su espíritu animal, esto es, a encontrarse con su verdadera esencia. Antiguamente era el hombre quien dominaba a las plantas, pues estas eran usadas en ceremoniales con un trasfondo espiritual, mientras hoy son las plantas las que dominan al hombre al ser usadas solo como un mecanismo de evasión, esto, sin mencionar a las drogas sintéticas capaces de generar adicción casi de manera instantánea.
Cualquier droga es aquella substancia capaz de alterar en mayor o menor grado nuestro grado de conciencia, existiendo las legales y las ilegales.
En los años 20, con la prohibición o ley seca en los estados unidos de Norteamérica, el alcohol fue un negocio multimillonario con Al Capone por un lado, y Eliot Ness con sus intocables por el otro. En 1933 terminó la ley seca y con ello también terminó el tráfico, la corrupción y los asesinatos con ametralladora. El negocio ahora es legal, la corrupción se trasladó a otros ámbitos y los estados reciben impuestos por la regulación del mercado de esta droga, ahora legal.
Me atrevo a decir que el consumo ha aumentado y los asesinatos ya no se producen por las mafias esgrimiendo ametralladoras, sino por borrachos irresponsables atropellando a un peatón desprevenido.
Quizás el día de mañana la discusión se traslade a otras drogas, pero hoy por hoy, el gran tema es la legalización de la marihuana. En algunos países ya es legal, se da un comercio regulado y parece funcionar. No hay mafias, no se abulta la mercancía con otros vegetales bien molidos para pasar desapercibidos, tanto el productor como el comerciante ganan dinero, el comprador gana unos momentos de relajo, el estado percibe impuestos y el hombre ha vuelto a dominar a las plantas.
Creo que más temprano que tarde, se legalizará en muchos países que no viven bajo el yugo de fanatismos religiosos.
Mientras esperamos pacientemente ¡Salud!
Como debo volver a mi casa, máximo 2 cervezas pequeñas para no producir un accidente por conducir bajo los efectos del alcohol.
Mejor me voy en taxi.
Perdón, en Uber.