‘A un muro de distancia’, de la compañía Danza Mobile, una obra sobre la separación forzosa de los pueblos
El espectáculo, para dos intérpretes, se estrena en Sevilla antes de viajar a Cerdeña y a Cuzco
La Compañía Danza Mobile, en colaboración con la italiana la Botte e il Cilindro, estrena hoy y mañana -25 y 26 de septiembre- en el Teatro La Fundición de Sevilla su nueva propuesta escénica de teatro-danza, titulada ‘A un muro de distancia’ .El espectáculo viajará a la ciudad italiana de Sassari (Cerdeña) para representarse el día 5 de octubre en el Teatro Astra, dentro de la programación del Festival multidisciplinar “Plays!”, y en noviembre a Cuzco, Perú, donde participará en el ‘Intercambio Internacional de culturas teatrales emancipadas’.
Esta nueva producción, para dos intérpretes, es una creación de Alice Friggia, actriz, bailarina y pedagoga italiana, que viene colaborando regularmente con Danza Mobile, tanto con la Compañía La Botte e il Cilindro (con propuestas para público familiar) como con la Compañía Shedan Theater (con espectáculos de calle). Por su parte, Helliot Baeza es un intérprete formado en el Centro de Creación de Danza Mobile desde pequeño, que ha trabajado con compañías y con coreógrafos de distintos países, realizando giras nacionales e internacionales por Europa, América Latina y Asía. En 2018 recibió el premio Escenarios de Sevilla como mejor bailarín por su trabajo en ‘Helliot (solo de danza contemporánea para públicos diversos)’.
Los dos intérpretes representan “una historia de amor, lucha y resistencia, contada a través de dos voces, dos cuerpos y muchas almas”. Este nuevo espectáculo ha sido producido por Danza Mobile/La Botte e il Cilindro, esta última una compañía afincada en Cerdeña desde 1978 como teatro estable para niños y jóvenes, con un amplio bagaje en su producción y también en acciones formativas dirigida a escolares y docentes que tiene en el Teatro Astra de Sassari su residencia.
En la obra, dos jóvenes obligados a vivir parte de sus vidas y de sus relaciones separados por un muro hecho de mentiras, estereotipos, culpas, exclusión social y etiquetas, cuentan su historia en escena a través de textos y lenguaje físico. «La separación de los pueblos, la distancia de nuestras gentes, el sentimiento de cierre e individualismo frente al de la libertad: características de la historia del mundo que se combinan con las de la sociedad que empuja al aislamiento y al cuidado de la individualidad perjudicando el bien común».
Con sus cuerpos y sus voces, narran esta metáfora de los grandes muros y fronteras físicas presentes en el planeta y que durante siglos se han erigido «para separar, para ocultar horizontes, para crear fronteras cada vez más hondas y profundas, para marcar confines y tapar una visión amplia y luminosa que el compartir y el contacto con el otro son capaces de ofrecernos. Donde el otro engloba una infinidad de posibilidades de encuentro». También se subraya la importancia de actuar juntos, con un objetivo común de unión y acercamiento, el descubrimiento de una luz que se puede expandir solo después de haber derrumbado lo que la estaba ofuscando.
