La Asociación de Empresas de Artes Escénicas de Andalucía (ACTA) reclama una clara acción de gobierno como revulsivo ante la cada vez más complicada situación del sector. Tras los últimos cambios en la Consejería de Cultura, que ha sido remodelada recientemente en cuanto a estructura y cargos principales, ACTA ya ha comenzado con la ronda de encuentros con las nuevas autoridades, para constatar lo que viene siendo una realidad en el último año: la parálisis, cuando no retroceso, de la toma de decisiones y de medidas en cuanto a las políticas culturales del sector de las artes escénicas.
En sólo tres años y medio, ACTA, como interlocutor natural del sector de las artes escénicas, ha dialogado y negociado con los dos anteriores viceconsejeros, directores generales y directoras gerentes de la EPGPC (Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales), hoy Instituto Andaluz de las Artes y las Letras. Se cumple, por tanto, un tercer ciclo que se corresponde, una vez más, con un cambio de discurso, metodología y orientación de la política cultural andaluza, algo que para la Organización que representa al sector de las artes escénicas es una prueba de la falta de claridad de ideas en materia cultural del Gobierno Andaluz.
ACTA, pese a celebrar el nuevo cambio de mentalidad y de intenciones políticas expresado tanto por el Consejero como por el Director General de Industrias Culturales, considera que estos bandazos, además de resultar agotadores para un sector en constante estado de adaptación, han impedido en sucesivas ocasiones la toma de decisiones en las materias más urgentes. Actualmente, estas urgencias se centran en la convocatoria de las ayudas anuales a la producción y en la formalización y puesta en marcha del Circuito Andaluz para la temporada 2010/2011, dos herramientas básicas para la planificación de compañías, empresas productoras y gestores de artes escénicas. En el caso concreto de las ayudas, ACTA pone de manifiesto que tras seis meses de negociaciones y de duro trabajo con los anteriores representantes políticos de la Consejería, en la actualidad se desconoce cuándo serán publicadas, o siquiera si esto va a llegar a producirse.
Además, ACTA constata una vez más la inexistencia de una hoja de ruta clara por parte de la Junta de Andalucía, al perderse el rastro, por tercera vez en poco más de tres años, de todo el trabajo y de las negociaciones realizadas con los equipos anteriores, como ocurre, por ejemplo, en el asunto de la posible gestión privada de parte de los espacios escénicos andaluces, en poder de los ayuntamientos y en clara situación de infrautilización. Por ello, ACTA reclama ahora la puesta en marcha de una clara acción de gobierno que pueda, al menos, paliar la mala coyuntura actual, al tiempo que se declara una vez más a disposición de la Consejería de Cultura para el desarrollo del cambio de modelo anunciado por parte de sus responsables.
ACTA también muestra ahora la pérdida total de protagonismo de las artes escénicas en un momento de crisis económica en el que las empresas del sector, que cuentan por lo general con poco margen ante situaciones difíciles, han visto, por ejemplo, cómo la nomenclatura “Artes Escénicas” ha desaparecido de las actuales Direcciones Generales. Un símbolo, pero también un síntoma, del desplazamiento al que se está viendo abocado el sector.
Finalmente, ACTA quiere poner de manifiesto la importancia que los medios de comunicación tienen en el sector de la cultura. A este respecto nuestra organización reitera su puesta a disposición para contrastar cuantas informaciones sean necesarias de cara a evitar noticias erróneas y declaraciones gruesas, como las aparecidas recientemente por parte de una compañía de teatro, de las que el sector se aparta tanto de las formas como del fondo.
ASOCIACIÓN DE EMPRESAS DE ARTES ESCÉNICAS DE ANDALUCÍA (ACTA)
