Acuerdo histórico
La Unión de Actores Vasca y Eskena, Empresas de Artes Escénicas de Euskadi firmaron el miércoles, 12 de noviembre un acuerdo laboral que regularizará las relaciones de trabajo entre los miembros de ambas entidades. El pacto estable tres categorías profesionales: protagonista, secundario y de reparto. Las categorías oscilan dependiendo en cual de los tres grupos salariales se ubiquen: categoría clásica, coral o de corta duración. También están diferenciados los salarios si el espectáculo está dirigido al público adulto o al infantil y juvenil. El acuerdo regula también las jornadas de ensayos, las dietas por día de trabajo o la duración máxima de las jornadas, entre otras cuestiones.
En la Unión de Actores están sindicados más de 400 actores y actrices vascas. Difícil saber que suponen sobre el corpus total porque no existe un censo general del coletivo. En la otra parte, la actividad de Eskena supone un 40% del volumen total del sector profesional en Euskadi.
Es un pacto laboral histórico que ayudará a dignificar las artes escénicas en un momento muy difícil. Los presupuestos de los ayuntamientos en los últimos años han descendido un 30% aproximadamente. Ha disminuido considerablemente la contratación de funciones. Se ha deteriorado la calidad de las contrataciones, tendiendo a una bajada de los cachét que rozan o que provocan precariedad laboral. Como consecuencia de todo esto, el aumento del paro entre las actrices y los actores. Las cifras producen vértigo. Lo dijo Juan Diego Botto en la entrega de los Premios Max. Lo dijo muy claro. Lo podía haber dicho más alto pero no más claro. La situación va a peor.
En este contexto, podemos valorar la importancia del acuerdo. Han sido años de negociaciones que han llegado a un punto de encuentro, base de partida para seguir avanzando. Se presenta un acuerdo de regulación de las condiciones laborales en un momento, en el que el Gobierno de Rajoy se ha encargado de minimizar y de convertir en anécdotas los convenios laborales de los distintos sectores profesionales en España. Gracias al lema gubernamental de «apretarse el cinturón» y de «vamos a salvar a España». Los trabajadores no tienen donde recurrir y están en absoluta debilidad e indefensión técnica y jurídica ante cualquier propuesta o posibilidad laboral.
Este pacto laboral va a ser muy útil a la hora de confeccionar unos cachet de los espectáculos regidos por unos criterios pactados. Criterios medibles, fácilmente contrastables entre las partes: contratada y contratante. Esto facilitara la sostenibilidad del sector. Evitará los cachet aleatorios y permitirá tomar conciencia del terreno en el que nos movemos. Tomar conciencia sobre la debilidad y delicadeza de los productos artísticos.
Por otra parte, este pacto es un primer paso. Hay que seguir avanzando en un convenio colectivo que debería regular también otros gremios del sector como todo los relacionados con cuestiones técnicas, maquillaje y peluquería escénica, gerentes en gira, y otros gremios específicos de la escena.
Para finalizar, no me gustaría olvidarme del 21% del IVA cultural. Comentábamos un miembro de Eskena y un servidor sobre la falta de acciones continuadas para seguir denunciando la medida más gratuita y que más perjuicio a generado en un sector ya de por sí sensible y débil. Comentábamos buscar un eslogan denunciando lo poco que les importa a los ministros de este Gobierno y a su Presidente las consecuencias nefastas de sus medidas catastróficas, punitivas, abusadoras, prepotentes. Deberíamos ponernos de acuerdo, comentábamos, para recordar en cada declaración pública desde lo privado o desde lo público la desidia en todo lo referente al IVA cultural.