Tras su estreno el pasado día 5 de noviembre en el Teatro Principal de Zamora, la nueva propuesta escénica de Ados Teatroa, ‘La guerra de los Rose’ llega este fin de semana al Teatro Barakaldo. La compañía lleva a las tablas la obra de Warren Adler. La pieza, que pone de manifiesto con mordacidad la tenue frontera que separa el amor incondicional del odio mortal, ha sido adaptada y dirigida por Garbi Losada y está protagonizada por Carlos Sobera y Mar Regueras, que dan vida a los protagonistas de esta comedia negra, un matrimonio en trámites de separación. La pieza parte de una historia real sufrida en los años 50 por el periodista y empresario americano William ‘Billy’ Rose. Inmerso en un matrimonio aparentemente idílico, todo su universo se desbarató el día en que decidió divorciarse de su mujer. A partir de entonces, el “hasta que la muerte nos separe” empezó a ceder terreno al “nos damos asco” y desató una auténtica lucha de sexos. Esta realidad fue plasmada por el novelista Warren Adler en su obra ‘La guerra de los Rose’. Más adelante, la historia fue llevada a la gran pantalla por Danny De Vito con Michael Douglas y Kathleen Turner en los papeles principales.
Adaptación escénica
La ruptura de un matrimonio es el punto de partida que desencadena una avalancha de reproches, enfrentamientos, ataques preventivos y daños colaterales. El resultado es una puesta en escena que se encuentra a medio camino entre la comedia ácida y mordaz y el drama de la sociedad contemporánea. La destrucción de una pareja pone sobre la mesa la naturaleza de las relaciones personales y la débil frontera que separa el amor del odio.
La adaptación, realizada y producida por Ados Teatroa junto a Arequipa, New Atalntis y Pentación, apuesta por Carlos Sobera y Mar Regueras como protagonistas del espectáculo. Sobre el escenario estarán acompañados por Koldo Losada y Xabi San Sebastián. La dirección del espectáculo corre a cargo de Garbi Losada, el espacio escénico ha sido diseñado por Markos Tomás y Peio Villalba, la música original lleva el sello de Joxan Goikoetxea y la iluminación es obra de Xabier Lozano.
