Con motivo de la celebración del Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia, 21 de marzo, el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha organizado un concierto a cargo de AKLI D, intérprete bereber de música chaabi del norte de África y folk tradicional rural de Argelia. Este evento tendrá lugar el viernes 28 de marzo a las 21:30 horas en la Sala Azkena de Vitoria-Gasteiz. Las entradas serán gratuitas y se podrán recoger en el Centro Municipal de Acogida a la Inmigración, Norabide (Adriano VI, 9-bajo) a partir del día 25 de marzo. Desde su infancia Akli ha sido arropado por la música, primero la de su madre, una cantante folclórica, luego en el escenario de su escuela y durante la adolescencia cuando decidio utilizar la guitarra para expresarse.
A los 15 escuchaba a cantantes populares de Kabilia como Idir, Cheikh el Hasnaoui y Slimane Azem pero a la vez le llamaban la atención las canciones de protesta de Neil Young y Bob Dylan, el rock loco de Jacques Higelin, la movida Rasta, el Blues del Delta y las percusiones del m’balax.
Llegó a Francia a principios de los años 80, tras fugarse de una Argelia dividida que reprimía las reivindicaciones de Kabilia . La “Primavera Berber” acabó con decenas de muertes y cientos de presos políticos, tras una época de represión militar.
Akli fue testigo de lo que pasó y se vio obligado a exiliarse. Llegó a París durante un día soleado con poco dinero en sus bolsillos y las direcciones de algunas argelinos que vivían allí. Tenía pocas ilusiones y anticipaba las dificultades que le esperaban pero decidió que pasar un tiempo con gente interesante le ampliaría su perspectiva. Un día, dando una vuelta por el barrio de Beaubourg, le prestó un banjo un músico callejero y empezó a tocarlo y a experimentar con el. Así empezó una época larga en la que tocaba en plazas y el metro parisiense. Poco a poco probaba distintos tipos de música: blues, rock, reggae, folk… estilos que llegarían a influenciar sus propias composiciones.
Cada céntimo que ahorraba iba hacía su sueño: ¡el cine! Su pasión por las películas le llevó a apuntarse en un curso de interpretación en el Café de la Danse in Paris, cuando el “mektoub” (el destino) le puso en su camino a un estadounidense que le llevó a los EEUU. Acabó en San Francisco, una ciudad de gran creatividad, y sorprendió a la audiencia del Café Internationale con sus melodías desconocidas en los Estados Unidos. Desde allí, se fue a Irlanda , un país que resultó igual de fascinante, pero con una música que conocía más.
Al regresar a París, con la cabeza llena de tesoros artísticos, acompañaba a dos chicas encantadoras en un grupo de blues chaâbi-saharian que se llamaba El Djazira. Luego formó su primer grupo que se llamaba Les Rebeuhs des Bois. Esto le permitió tocar en varios lugares “underground” de Paris y otras ciudades. Tocaba en cafés y clubs variados tales como La Guinguette Pirate, La Liberté y Le Lou Pascalou, en barrios que producían tantos estilos como cerveza…
Estas experiencias distintas resultaron en la edición de su primer álbum “Anef-as Trankil” que se editó en vivo. El efecto “lo-fi” está equilibrado por algunas composiciones muy personales sobre su pasado: música folk-country de Kabilia y Chaâbi (un sonido común en las aldeas argelinas) pero abiertas a la vida y a otros estilos, como sus hermanos en el continente negro, el planeta reggae y el delta de Chicago. Esta grabación recibió excelentes críticas por su originalidad y atrapó a audiencias en ambas comunidades francesas y del Kabyle. Este disco supuso una evolución muy importante para los “Cabileños” , aburridos de una música normal y repetitiva con derbouka y mandol.
