Alberto Conejero estrena ‘Esta primavera fugitiva’ (Variaciones sobre ‘El príncipe constante’)
Alberto Conejero escribe y dirige ‘Esta primavera fugitiva’ (Variaciones sobre ‘El príncipe constante’ de Calderón de la Barca), obra interpretada por Susi Sánchez, José Troncoso y el propio Conejero que se presenta del 17 al 21 de marzo en el Teatro de la Comedia de Madrid.
Alberto Conejero, sobre la obra
‘Esta primavera fugitiva’ (Variaciones sobre ‘El príncipe constante’) es una aproximación personal e íntima a algunos de los temas que orbitan en la obra de Calderón de la Barca: la fe (y su ausencia), la amistad, la fugacidad de nuestra carne y, por tanto, la necesidad de poesía y otras formas de transcendencia.
No sé si lo que presentamos en estos cinco pases es exactamente una reescritura, una refundición, una pieza-paisaje o una conferencia-performática autoficcional. Nos hemos acercado desde el juego -desde su sagrada y responsable libertad- a un material tan infinito como lo es esta obra de Calderón. Nunca hasta ahora hice lo que aquí voy a hacer. Y eso es un sentido. Gracias infinitas a José Troncoso y Susi Sánchez por estar conmigo en esta aventura.
En ‘Esta primavera fugitiva’ se entrecruzan tres universos: el de Calderón y los personajes de su obra; el montaje de Grotowski —desde la traducción al polaco de Slowacki en el XIX hasta llegar al cuerpo incandescente del actor Ryszard Cieslak—; y por último, los de mi propia familia. Estas tres esferas coinciden en las páginas un viejo ejemplar de ‘El príncipe constante’ que encontré en casa de mis padres, lleno de anotaciones y subrayados.
Por último, esta pieza habla también de aquellos que nos acompañan aunque ya no estén con nosotros e incluso no les hayamos conocido nunca. El teatro permite estos encuentros. Porque entre las páginas del ejemplar de ‘El príncipe constante’ que encontré en cada de mis padres había una fotografía. Es de mi padre haciendo el servicio militar en Ceuta. Es julio de 1978 y mi madre está embarazada de mí. En la fotografía, mi padre está acompañado de un amigo. Se llamó -se llama- Albert Sarri Mercader. Yo estoy a punto de nacer y tomaré su nombre…
Le agradezco a la Dirección de la Compañía Nacional de Teatro Clásico la plena libertad que me ha confiado. También quiero dar las gracias a tantos creadores admirados que han contribuido a esta aventura: Julieta Serrano, Fernando Chinarro, cabosanroque y Niño de Elche. Me ha acompañado en la dirección Mariana Kmaid-Levy, cuya presencia y talento han apaciguado las turbulencias de un proceso singular. Por último, agradezco a la profesora Beata Baczyńska su imprescindible colaboración y la traducción de algunos de los pasajes de Julius Slowacki utilizados.