Alberto San Juan llega al Teatre Condal con ‘Macho grita’, una sátira sobre el imperialismo y la masculinidad
El espectáculo se representa hasta el 7 de julio, dentro del Grec Festival de Barcelona
El Teatre Condal de Barcelona acoge entre el 26 de junio y el 7 de julio, dentro del Grec Festival de Barcelona, ‘Macho grita’, una obra escrita y dirigida por Alberto San Juan y producida por Compañía Nacional de Teatro Clásico y EQM. El espectáculo está protagonizado por Alberto San Juan y la música de Claudio De Casas (guitarra), Miguel Malla (piano y saxo), Gabriel Marijuán (batería) y Pablo Navarro (contrabajo).
El título completo del espectáculo es ‘Macho grita: crónica de mi propia ignorancia sobre la historia de España‘ y parte de una reflexión del actor sobre el imperialismo y la violencia que subyace dentro y desde la península ibérica, una violencia arraigada en heridas no cicatrizadas que siguen supurando un veneno que envenena a la sociedad contemporánea. Un veneno catalizado y encarnado en la figura del macho. San Juan explicado la tesis detrás de la propuesta con los siguientes términos. “Me refiero al macho como una forma de habitar el mundo que consiste en la voluntad de dominar y en la actividad depredadora, tan propias del concepto de macho que conocemos. Digo que el macho está muerto porque los recursos de la vida no son ni serán nunca suficientes para saciar una voracidad que es insaciable. Esta hambruna antinatural se basa en el crecimiento material ilimitado, y éste, irónicamente, ha encontrado sus límites. Desgraciadamente, el período zombie está mostrando su peor cara y hay, a día de hoy, mucho macho que grita, y nos está dejando sordos y necesitamos escucharnos para poder imaginar salidas por este mundo. Abandonar la voluntad de dominio y centrarnos sólo en cuidar unos de otros.”
Con esta obra, el actor y director lleva a cabo una profunda reflexión sobre las causas de esa ansia de poder y dominio, de esos instintos atávicos que, en pleno siglo XXI siguen sirviendo de lastre a nuestra evolución como civilización y como individuos. “Existe, hoy una violencia ambiental fruto, seguramente, de que no sea cierto el acceso universal a los derechos básicos fundamentales, de que la solidaridad sea mentira y de que es el poder de unos sobre otros lo que genera el dolor y la violencia. Si buscamos a lo largo de la historia las raíces de lo que nos ocurre, encontramos dos catástrofes evidentes en nuestra herencia compartida: el golpe militar contra la democracia del 36 (y la guerra posterior) y una catástrofe anterior que se podría titular 1492; porque es en esta fecha cuando se emprende un proyecto católico y monárquico que pretende fundar lo español prescindiendo de las partes esenciales de la hispanidad. Ésta es una idea recuperada explícitamente por Franco. La sociedad multicultural tiene diversas formas de habitar el mundo y, cuanto más diversa sea, más oportunidades tiene de sobrevivir. Me da la impresión de que, a partir de 1492, se emprende un proyecto de fuertes facciones genocidas que reduce su diversidad. Creo que, por desgracia, los ecos de estas dos grandes catástrofes no acaban de apagarse. Hace diez años era un momento de auge democrático y posibilidades, y hoy vivimos el momento del no se puede«.
Dentro del texto encontramos escritos de varios autores como María Galindo y textos políticos del Siglo de Oro español, de gran belleza literaria. Textos firmados por Isabel la Católica, Felipe III, un cortesano de Felipe II, un morisco… Desde su personaje de macho, Alberto San Juan intenta, según dice, situarse en una posición de no explicar cómo son las cosas, sino que comparte una serie de sorpresas e incredulidades que le surgen a través de sus libros. Uno de los principales es saber que los musulmanes, cristianos y judíos eran lo mismo. No existían ni unos ni otros, sino que se trata de una creación posterior.
Música y teatralidad
Dice un extracto de María Zambrano sobre la guerra civil: “Hasta que esa historia no se haya visible, estaremos condenados a reproducir formas de violencia en este lugar del mundo.” San Juan enfoca el espectáculo y el montaje para intentar estar algo menos ciego y usa la música y el teatro para vehicular el mensaje de la obra. “Utilizamos los recursos teatrales y la música suena durante un 80% del espectáculo. Yo cuento una historia y los músicos también. Salvo un par de pasodobles (entre ellos Suspiros de España) y alguna canción mexicana, el resto es música original. Hay humor y música. Es una obra que echa bastante de concierto.”
Refiriéndose a la forma festiva o lúdica de tratar un tema tan incisivo y vigente como el sugerido por ‘Macho grita‘, el artista confiesa que, para él, el teatro debe mover sentimientos de diversión.
“Este espectáculo nace de mis ganas de poder disfrutar al máximo de la vida, de formar parte de una forma de convivir lo más alegre posible. Para mí, el teatro es divertido o no es teatro. Aunque sea llorando, debe remover los sentimientos y el pensamiento. Yo entiendo así el entretenimiento. Quizás la palabra divertido no es necesaria, pero sí el disfrute o la pasión.”
San Juan añade que la creación y búsqueda de este espectáculo le han llevado por un camino de autodescubrimiento, desvelando las tendencias de su propia masculinidad, muchas heredadas o impuestas por un sistema que nos oprime y por la ya mencionada violencia que respiramos y termina adhiriéndose a nuestras emociones y personalidad. “Hablo también de 1992, y también de mi yo macho y de mi sexualidad masculinizada, y de mi deseo no tan espontáneo ni tan mío ni tan inocente como pensaba. Yo creía que era un ‘salido’ por naturaleza, y me he dado cuenta de que parte de mi lascivia está construida desde fuera. Esto es una conmoción, es un fruto valioso ese descubrimiento que he obtenido del movimiento feminista de los últimos años. Mi mirada no es tan mía como yo creía y puede a veces interferir en mi propio ser.”