Àlex Rigola cierra su trilogía sobre los caudillos romanos con el estreno de ‘Coriolà’
El director Àlex Rigola regresa a Shakespeare para conpletar su trilogía sobre los caudillos romanos, con el estreno de ‘Coriolà’, que tendrá lugar del 23 al 26 de febrero en el Canal-Centre d’Arts Escèniques de Salt, donde es residente. La obra, que en marzo se podrá ver en el Teatre Lliure, cuenta con la participación de los intérpretes Mercè Aránega, Aina Calpe, Joan Carreras, Oriol Guinart, Alícia Pérez, Jordi Puig «Kai», Santi Ricart y Marc Rodríguez.
Cayos Marcio Coriolano, general del ejército romano, es nombrado cónsul por sus heridas de guerra, en contra de la voluntad de los tribunos y ante una dudosa participación del pueblo. Este desacuerdo mueve a los tribunos a abrir un debate con los patricios cuestionando la lealtad de Coriolano, y empuja una revuelta en su contra que culmina en su destierro. Para vengarse, Coriolano se macha al pueblo enemigo y lidera su ejército para atacar Roma. A las puertas de la ciudad, su madre es la única que consigue hacer que se retire. Pero tras regresar a la ciudad que lo acoge es asesinado.
Para explicar su nueva propuesta, Rigola nos remite a palabras de José Luis Sampedro (publicadas en una entrevista el pasado 14 de mayo: «No hay democracia en España ni fuera de España. La gente está loca? No, la gente está manipulada. La opinión pública no es la opinión pública. La opinión pública no es el resultado del pensamiento reflexivo de la gente. Y esto pasa por dos razones. La primera es porque no estamos, en general, educados para pensar. Para tener pensamiento crítico. Ante las elecciones, la gente no razona. No piensa. No hace un estudio, un análisis. Se escoge sobre todo por razones viscerales. Por las características del que habla. Por la voz que tiene. Por las mentiras que explica y que se aceptan. La segunda razón es porque el poder existente, que hoy es el poder económico, domina los medios de información. E inculca a la gente las ideas por los medios de información. La gente, hoy, juzga sobre todo por el que ve a la televisión. Y vota según el que ve y el que dicen a televisión. Y no piensa en absoluto en el que le ocultan. De forma que en parte no se nos está formando para ser verdaderos ciudadanos conscientes. Y en parte no se nos educa sino que se nos condiciona para manipular y crear opinión. El que denominan opinión pública es una opinión mediática creada por la educación y los medios. Nada más. Comunicarse es indispensable. Hay que unirse. Actuar de acuerdo es indispensable. Cada uno, solo, no es nada.»