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Alquibla Teatro estrena ‘Las Amistades Peligrosas’ en Molina de Segura

La compañía Alquibla Teatro, coincidiendo con el Día Mundial del Teatro que se celebra el 27 de marzo, estrena en el Teatro Villa de Molina, en Molina de Segura, Murcia, la obra de Choderlos de Laclos ‘Las amistades peligrosas’. La adaptación en versión libre del espectáculo realizada por Diana de Paco y con música compuesta por Salvador Martínez, está dirigida por Antonio Saura, quien ya había colaborado en su última producción ‘Orestíada, Cenizas de Troya’ con los dos anteriores. “Hemos conseguido montar un buen equipo artístico, y quería poder repetir tanto con Diana de Paco como con Salvador Martínez, que es el músico de siempre de la compañía, porque formamos un equipo con el que ya nos entendemos mucho, nos ahorramos muchas palabras innecesarias porque ya sabemos qué queremos, ellos saben lo que yo quiero, y yo sé lo que van a poder ofrecerme”, ha comentado el propio director.
La novela de Laclos, muestra la decadencia moral de la sociedad francesa, en el preciso momento en el que se está gestando la revolución de 1789. Lejos de los dos personajes principales, Merteuil y Valmont, Laclos habla del hombre y de su sociedad por medio de todas las reglas del juego, mostrando una crítica a la sociedad. Alquibla ha situado la obra en otro año y otro siglo, “nosotros hemos ubicado la acción de la obra en el siglo XX, en la otra gran revolución francesa, que es la revolución cultural de mayo del 68”. El motivo de este cambio, además de ser personal tal y como ha reconocido Antonio Saura, es también por una razón de dramaturgia, “yo defiendo en todo momento, que la obra de Laclos, por encima de la grandeza del duelo interpretativo entre Merteuil y Valmont, está esa corrosiva visión de la sociedad, sobre todo de la alta clase social, la sociedad de la aristocracia. La alta clase poderosa, adinerada, la que además no tiene que trabajar para conseguir el dinero, sigue siendo la misma hoy en nuestros días y es esta gente muy desocupada que tiene mucho tiempo para ejerce sus juegos perversos y absolutamente crueles con los demás”. En la adaptación de Alquibla, los protagonistas son los seis personajes que conforman la base de las cartas de Laclos, centrándose en los dos protagonistas y en todos esos personajes a los que ellos manipulan, a quienes someten al más perverso de los juegos, los cuatro personajes que acompañan en escena a Merteuil y Valmont son Volangés, Cecile, Danceny y Tourvel.
Pese al cambio de año y de siglo, en la adaptación de Diana de Paco no han hecho ningún otro cambio. “La versión respeta por completo el espíritu de la novela de Laclos, que es lo más importante cuando uno decide revisar un clásico, y a partir de ahí, se puede hacer lo que uno quiera”. El ritmo que toma la obra es el de los años 60 del siglo XX, pero tal y como afirma el director, las interpretaciones no se han visto tan afectadas por la visión que dejaron las dos películas que dieron a conocer este texto, como son ‘Las amistades peligrosas’ y ‘Valmont’. “Esas interpretaciones están muy afectadas por el estilo rococó de la época y las nuestras están mucho más descarnadas. Es un espacio muy contemporáneo, muy moderno y siempre a caballo, como son todas la producciones de la compañía, entre el rigor de la innovación y el respeto absoluto a la tradición”. Así este proyecto responde al momento de madurez que atraviesa la compañía, puesto que consideran que no podían acceder a estos textos hace pocos años y ahora se ven capaces de representarlos, debido a la experiencia que han desarrollado.
Para llevar a escena la obra, han utilizado un montaje representativo de la compañía y algo que caracteriza sus producciones es el aparataje escenotécnico que se une a la complejidad de la iluminación y aportaciones audiovisuales entre otras. Por lo tanto el espacio escénico se divide en dos partes, una de ellas, horizontal, dónde aparece una chaise long de color rojo pasión “que viene a representar el espacio que Laclos destina a la ciudad, en este caso París, pero podría ser cualquier gran ciudad, un espacio para la perversión, para el vicio, para el sexo, y para todo lo que es el juego perverso de los protagonistas”. En contrapunto aparece el segundo espacio, que en este caso es en vertical y representa todo lo espiritual, todo lo que es propenso a la tranquilidad y la paz interior de los personajes, como una mirada hacia el cielo y todo lo religioso, “ahí Laclos también hinca el diente y da un buen repaso a todo el tema de la represión de la religión”. Esto está representado en escena por un árbol que llega a alcanzar los seis metros y medio de alto, todo ello flanqueado en el lado izquierdo por una pantalla.

Toda la información en la Revista ARTEZ


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