Alquibla Teatro representa en Murcia las tres piezas sobre las etapas de la vida de su Trilogía del Camino
Alquibla Teatro llega al Teatro Romea de Murcia con la Trilogía del Camino el próximo mes de octubre de 2024, un proyecto teatral que habla de los tránsitos de tiempos, espacios y etapas de la vida que nos ayudan a entendernos como sociedad en movimiento, lejos de todo lugar estanco. ‘Mi cuerpo será camino‘ se representará el jueves, 24 de octubre; ‘No me falte el aire‘ al día siguiente; y ‘Lo más hermoso todavía’ el sábado, 26 de octubre. Todas las funciones comenzarán a las 20:00 h.
Fundada en Murcia, en 1984, por la actriz Esperanza Clares y el director de escena Antonio Saura, Alquiblla Teatro es una compañía estable de repertorio. Su Trilogía del Camino es «nuestra propia historia, la de Alquibla Teatro a lo largo de cuarenta años de camino itinerante: nuestro devenir migrante de teatro en teatro; nuestra ilusionante juventud, espectáculo tras espectáculo y nuestro respirar calmado al final del recorrido. Una experiencia emocional, ética y estética, que compartimos con el espectador en cada representación», explican sus integrantes.
‘Mi cuerpo será camino‘ se adentra en el viaje migratorio, el ansiado, el inesperado o el impuesto. Es una historia sobre el desarraigo y la distancia. Una propuesta que habla de muchos cuerpos y sus diversos caminos, los de una familia, los que pudieron ser de cualquiera. Marcada por el dolor de la nostalgia, la obra nos muestra que tan difícil es quedarse como marcharse, regresar como buscar otros rumbos. Es la historia de todo un país que está en su tierra y en cualquier persona que la extraña desde lejos.
La obra ahonda en los lazos de una familia originaria del Campo de Cartagena en sus devenires migrantes: desde el tío que se marcha a Buenos Aires finalizando el siglo XIX a la joven que acude a trabajar a Madrid en los años veinte, los hermanos que deben labrarse un futuro entre Francia, Alemania o Cataluña en los años sesenta o Laura, joven que emigra a Alemania ya en el siglo XXI, entre la pluralidad de voces que pueblan la escena. El sentimiento por la tierra se vive tanto dentro como fuera, en una obra cargada de fantasmas del pasado, encuentros generacionales imposibles y lazos familiares tan profundos como dolorosos, de añoranza y extrañeza. Se recupera parte de la historia de todo el país, desde la copla y personajes populares como Concha Piquer, que inspira la visión de Juana de León en el texto, a las historias más personales que pintan otros pasajes. Porque el «Vente pa´ Alemania, Pepe» es una frase popular que recorre muchos de nuestros árboles genealógicos.
‘No me falte el aire‘ es un proyecto teatral sobre los tránsitos que existen de la juventud a la madurez, del campo a la ciudad, de los últimos cincuenta años de España –desde 1971 hasta nuestros días-.
En un laberinto de espejos en tiempos y espacios, los personajes que recorren esta obra están buscándose desde su juventud y enfrentándose a lo que los aprisiona, recomponiendo las historias de su pasado, aprendiendo a convivir con la ansiedad de su presente y erigiendo estrategias para reverdecer.
La obra incita al diálogo intergeneracional para vislumbrar que hay muchos caminos posibles, que incluso se fusionan: entre el folclore y la electrónica, entre la tradición y lo queer, entre lo rural y lo urbano… entre el silencio y el grito, entre la soledad y la verbena.
«Y mientras construimos el camino, los personajes se encuentran entre el pasado y el presente y se ayudan a parar, tomar aire, respirar y entender la sociedad que estamos construyendo y que está por construirse. Suponen la ayuda para abrazarnos en el tiempo, aceptarnos en lo humano y acompañarnos en la ansiedad para que no nos falte el aire».
‘Lo más hermoso todavía‘ habla de la vida e invita a celebrar que «no se ha acabado nada, falta lo más hermoso todavía». Isabel, reportera gráfica, fallece a los ochenta años de edad. Tras su muerte, sus seres queridos descubren que ella se había guardado aún un viaje con cada uno de ellos a través de su vida, de sus palabras; un viaje para salvarse en la memoria, enfrentarse al olvido, asumir el adiós, perdonarse y reivindicarse. En las libretas que les dejó escritas, Pepe -su marido-, Carlos y Lucía -sus hijos-, Amanda –su nieta- y Tomás -su cuidador en los últimos años-, descubrirán todo lo que Isabel aún deseaba compartirles. Recorrerán su historia, a retazos tan cruda como real, a retazos tan imposible como maravillosa.
Este será también un tránsito por sesenta años de historia a través de las fotografías de Isabel, a las que les dedicó su vida desde los veinte años, que nos conducen de Europa a Latinoamérica: los últimos años del franquismo, el primer concierto de los Beatles en España, los atentados de ETA, las calles de los ochenta, la caída de Pinochet en Chile, la Guerra de Los Balcanes o el 15M. Es este también el camino por la vida de una mujer que se enfrentó a las dificultades para conciliar su dedicación profesional y su vida familiar.
El final de la Trilogía del camino es un canto tan feliz como doloroso, donde nos interrogarnos sobre el paso del tiempo y cómo lo asumimos. «A través de ella, reflexionamos sobre el legado y el sentido del arte y de la vida. Un recorrido para desquitarnos de los miedos y afrontar la vida, vislumbrando la huella que hemos dejado en quienes nos acompañan. Una gran fiesta final donde los límites entre el pasado y el presente se borran, donde lo real y lo ficcional se fusiona, donde el olvido y la memoria confluyen y se pincelan con historias que quizás nunca ocurrieron. En este viaje, los espacios y tiempos se imbrican, las músicas y silencios se abrazan, y el humor, el dolor y la ternura cruzan sus manos, porque lo imposible se torna realidad, se aprende a cuidar de la vejez y a despedirnos».