Críticas de espectáculos

Ana en el trópico/Nilo Cruz

ANA EN EL TRÓPICO

Autor: Nilo Cruz.
Versión castellana: Nacho Artime.
Director: Nilo Cruz.
Intérpretes: Lolita, Joan Crosas, José Pedro Carrión, Toni Acosta, Luis Fernando Alvés y Teresa María Rojas, entre otros.

Teatro Alcázar.

PASION, DESENGAÑO Y LITERATURA.

… Quiso vestir de belleza y literatura su teatro y lo ha logrado…
Todo es posible en la tabacalera que “maldirige” Santiago (Joan Crosas); en el universo cálido en el que el amor de la heroína creada por Tolstoi, despliega su imán, despertando de su letargo a Conchita (Lolita); en el mundo irreal, de ensoñación y amores correspondidos, en el que quiere encerrarse su hermana (Toni Acosta); en el universo oscuro y desolador en el que se quedó moribundo su tío (José Pedro Carrión). Todo es posible… En esta historia situada en los años treinta; en este drama, envuelto en una literatura cuidada y poética; en este amanecer amoroso y agridulce; en una cotidianidad sobrellevada gracias a la voz de un lector apuesto y diligente; en un sobresalto arrebatador y enloquecido.
Nilo Cruz ofrece a la cartelera madrileña un soplo de aire fresco. “Ana en el Trópico” es una propuesta diferente. Tal vez, esa distinción venga marcada por la palabra; selecta, repleta de belleza y sugerentes imágenes. Quizá la pasión que desprenden sus personajes llenan de vida un montaje hermoso y exquisito.
El autor nos presenta una historia sencilla, escrita y vivida por gentes sencillas que emigraron de su tierra natal, buscando algo mejor, que dejaron su hogar buscando un hogar más libre, que llevaron consigo su trabajo y un modo de vivir pausado y reflexivo… Como ha de fumarse un puro… Sin imbuirse en la rapidez y el mecanicismo de un progreso, tan injusto como alienante.
Nilo Cruz ha trazado la figura sentimental de unos personajes que actúan movidos por la pasión. El amor es algo tangible en las vidas de estos trabajadores que, ante todo, Sienten. Conchita siente que su marido la engaña y se obliga a sentir la culpabilidad del adulterio. Su hermana menor siente con la intensidad ilimitada de toda adolescente y quiere sentir un amor eterno como el que experimenta hacia una vida tan misteriosa como desconocida. El tío de Conchita siente el dolor, la frustración y la impotencia del hombre abandonado; una rabia inmensa que proyecta hacia la literatura y hacia el lector (Pablo Durán) que, curiosamente, enamorará a su sobrina… Un deseo primario y salvaje lo poseerá hasta cometer un acto deleznable y humillante.
Esta obra ha supuesto el debut teatral de Lolita. La artista se desenvuelve muy bien sobre el escenario; desempeña su labor con soltura… Aunque hay mucho de ella misma en un papel que destila fuerza y energía como su propia persona, todo hay que decirlo. Por otra parte, no es su papel el esencialmente dramático de esta obra, no es el más dolorido… Ese papel, o esos papeles son los desempeñados por José Pedro Carrión y Toni Acosta.
Ésta última, vuelve a dejarnos una rara sensación de vacío… Querríamos más de ella, querríamos haber ahondado más con ella en un dolor que se queda ahí, no va más allá… Querríamos ver con más claridad la capacidad para soñar de esa niña que empieza a caminar… Una joven un tanto infantil, que imagina una nevada inmensa en pleno trópico… Querríamos más de una joven a la que se le roba de improviso y a traición la inocencia… Y, tal vez, la vida misma.
El segundo gran papel, oscurecido quizá por el debut antes señalado es el interpretado por José Pedro Carrión. Es la persona más compleja, es la única que no se mueve tanto por la pasión (se movió una vez por ella… Y lo único que logró fue la infelicidad) y lo hace más por un interés materialista.
Este personaje se va encerrando en un círculo oscuro y tenebroso, en una amargura asesina y enajenante, en una insatisfacción constante. Es Carrión, uno de nuestros grandes actores y sobre el escenario del Teatro Alcázar da buena prueba de ello. Junto a Joan Crosas, vive en este trópico maravilloso, más de un duelo actoral vibrante y magnífico. El personaje amable, comprensivo y optimista frente al taciturno, desesperado y ambicioso.
Dos actores inmejorables para una obra de teatro exquisita. Dos actores que han conseguido situar sus personajes y sus nombres en un merecido primer plano…
… A la salida del teatro una amiga me comentó que el personaje de “Conchita” no sería el más comentado, ni el más aplaudido si no fuera porque lo interpreta “Lolita”…
… En definitiva, un feliz debut para una feliz y afortunada debutante… inmejorablemente rodeada… Un debut con nota, por necesidad.


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