Antígona del Siglo XXI/Emilio del Valle/57 Festival de Teatro Clásico de Mérida. La crítica.
CONMOVEDORA “ANTIGONA DEL SIGLO XXI”
José Manuel Villafaina
“Antígona del Siglo XXI”, es el segundo espectáculo del monográfico que esta edición del Festival brinda a la heroína griega que sacrificó su vida por dar honrada sepultura a su hermano -y en su dimensión, como lectura paralela, a la Ley que entiende que es imposible la paz entre los vivos mientras no estén sosegados todos los muertos-, haciendo ostensible la calidad dentro de la austeridad en que se mueve el evento.
La versión de Isidro Timón y Emilio del Valle esta escrita con precisión en sus diálogos y monólogos de una trama de cuadros yuxtapuestos enlazados con armonía dramática y recreados con sencillez y sutileza en el difícil equilibrio de conseguir un discurso atemporal del conflicto sobre los muertos de guerra en la clara confrontación y la diferencia entre protagonista de destrucción (Creonte) y protagonista de sublimación (Antígona). Y reflejando poéticamente la teatralidad clásica de Sófocles, de gran belleza, carácter y emoción.
Con cierta maestría dramatúrgica, logran la traslación del mensaje a nuestro mundo de hoy a través de los monólogos de personajes secundarios, como la Nodriza (convertida por momentos en Ana Tornero de Villanueva de la Vera, 1936) o Tiresias (que aquí es un reportero de guerra cuya experiencia le ha enseñado a leer los acontecimientos con conocimiento de causa) y, sobre todo, aportan la originalidad de un coro de bufones que juegan con técnicas distanciadoras de ironía dialéctica dando toda una visión crítica de esa atmósfera sombría de la tragedia.
Del Valle realiza también la puesta en escena, utilizando un espacio de las murallas de la Alcazaba como las murallas de Tebas, donde logra perfectamente la resonancia del drama tenso, con acento conmovedor sobre los sentimientos de los diversos personajes expresados -sobre todo en la sonoridad del lenguaje de los actores- en forma netamente humana y viva. Y, por otra parte, la reflexión feroz de lectura materialista que se complementa con un lirismo expresionista de los monólogos (a veces resaltados con imágenes desde la técnica audiovisual) para producir una interesante dialéctica orden-desorden (al estilo de Heiner Müller). La intensidad gradual del conflicto ético, a un ritmo siempre en crescendo, hasta alcanzar el climax, es excelente.
En la interpretación, se observó en el elenco una rigurosa entrega de todos y cada uno de los actores y actrices. Lo más destacado fueron sus voces perfectas en tonos, ritmos y volúmenes trágicos, que estrujan y conmueven. Anna Allen (Antígona), aporta belleza y emoción, llenando de luz dramática la escena con su inquebrantable decisión de defender las leyes de la relación consanguínea. Está radiante en un cuadro espacial hermoso –cuando es contenida en el aire por los brazos del conjunto del coro- declamando su monólogo lleno de fuerza y de lirismo lapidario. Chete Lera (Creonte), domina todos los resortes de una actuación brillante y, desde su aparición, proclamando su primer decreto regio, la obra gana tensión y verdad a medida que avanza. Destaca la impresionante energía de su voz en todos los registros, con potencia evocadora que explota en los momentos álgidos de su obstinación trágica. Juan Díaz (Hemón), magnífico en la discusión que crece en violencia replicando a Creonte. Montse Díez (Ismene), da la necesaria sensibilidad al temperamento de mujer dulce y sumisa que requiere su rol. Carolina Solas (Nodriza), consigue consumadamente, en sus diálogos y canto, las escenas más tiernas, e inquietantes en su monólogo. Chema de Miguel (Guardián / Mensajero), está desbordante de creatividad y humor desdoblándose en sus personajes. Jorge Muñoz (Tiresias) actúa con autoridad en un adecuado trabajo orgánico haciendo un elogio de la razón que contrapone a la obstinación. Y el coro formado por Ángel Jodra, Nacho Vera, Carlos J. Pérez, Francisco J. Ceballos y Alberto Guio, llenos de humor incisivo, están geniales por su caracterización física, gestual, vocal y habilidades de los clowns.
La música en directo –interpretada al piano por Montse Muñoz, Arantxa González– contribuye a subrayar y lucir la emoción trágica de tan conmovedor espectáculo.