La dramaturga y directora teatral Antonia Bueno (Madrid, 1952) ha emprendido la elaboración de Raquel, hija de Sefarad, una obra dramática con la que cerrará su trilogía de mujeres medievales. La serie nació en 1999 con Sancha, reina de la Hispania, estrenada al año siguiente en el Festival de Teatro Clásico de Cáceres. En 2001, Bueno entregó la segunda parte, Zahra, favorita de Al-Ándalus, que se llevó a escena en el Festival de Otoño de Madrid de 2002. Para rematar esta trilogía de féminas del medievo, Antonia Bueno –fundadora en 1979 de la compañía Teatro Guirigai, junto a Agustín Iglesias- ha obtenido una beca de Escritura de Textos Teatrales concedida por la Comunidad de Madrid, que será quien definitivamente publique la pieza.
Como actriz debutó profesionalmente en 1979 en el papel de Doña Rosita en Tragicomedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita, de Federico García Lorca. Su última presencia sobre las tablas data de 2001, cuando representó a Sor Medea en el texto colectivo Tras las tocas. Tras codirigir durante casi dos décadas Teatro Guirigai, Bueno montó en 2000 su propia compañía, con la que ha estrenado las dos primeras partes de su trilogía histórica, así como los montajes Piezas hilvanadas, de Ángeles Maeso, Itziar Pascual, Margarita Reiz y Marisa Martín; y, en febrero de este mismo año, Jornada de reflexión. Métela caña, España, de Fernando Bellón.
