El Chivato

Aparecen varios textos inéditos de Bertolt Brecht

Varios textos inéditos de Bertolt Brecht, entre ellos quince historias que tienen como protagonista al «señor Keuner», han aparecido en la pequeña localidad suiza de Brüttisellen, en el cantón suizo de Zúrich. El autor del hallazgo es el escritor suizo Werner Wüthrich, investigador de la obra del gran poeta y dramaturgo alemán, autor además de un libro sobre Brecht y Suiza, informa el semanario helvético ‘Weltwoche’. El semanario publica en su último número exclusivamente cinco de esas historias hasta ahora desconocidas del señor Keuner, a quien algunos consideran un alter ego del autor de ‘Madre Coraje’, y que la editorial alemana Suhrkamp incorporará junto al resto y las ya conocidas en un nuevo volumen que aparecerá en septiembre.
Con este descubrimiento son en total 121 las historias y fragmentos en torno al famoso señor Keuner, entre ellas las incluidas en las famosas ‘Historias de Almanaque’, de 1948. Además de esas historias, el investigador suizo encontró toda una serie de originales como manuscritos para la escena, bocetos escénicos de Teo Otto, fotos y otros documentos relacionados con el exilio suizo del escritor.
Brecht vivió exiliado con su familia en Feldmeilen, junto al lago de Zúrich, entre noviembre de 1947 y octubre de 1948, en una casa que había puesto a su disposición la especialista en literaturas románicas Reni Mertens, que traduciría luego su obra al italiano. Tras la muerte de Reni Mertens en diciembre de 2000, una de sus hijas se ocupó de los documentos en su poder relacionados con Brecht y así es como llegaron a Brüttisellen, donde los descubrió Wüthrich, mientras preparaba su libro sobre la estancia del dramaturgo en territorio helvético.
Los textos del señor Keuner publicados por Weltwoche, incluido uno titulado ‘El señor K. y la política alemana’, debieron de salir de la pluma (o máquina de escribir) de Brecht en 1948. El dramaturgo llegó a Suiza en noviembre de 1947 como ciudadano sin pasaporte tras haber huido prácticamente de Estados Unidos, donde le habían citado el FBI y el Comité sobre Actividades Antiamericanas de la Cámara de Representantes.
Como explicó con ironía el escritor al cineasta Erwin Leiser: «Cuando a uno le acusan de querer robar la estatua de la Libertad, es hora de largarse». En la neutral Suiza, según ha podido averiguar Wüthrich, Brecht, que estaba considerado como un «extremista de izquierdas» fue sometido a espionaje por las autoridades helvéticas, tal vez aconsejadas al respecto por las estadounidenses, que se negaron incluso a concederle permiso ilimitado de residencia.    


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