‘Así que pasen cinco años’, espectáculo coproducido por el Centro Dramático Nacional y Atalaya, llega esta semana al Teatre Lliure de Barcelona con casi la totalidad de las entradas agotadas. Esta obra de Federico García Lorca podrá verse del 17 al 20 de enero.
‘Así que pasen cinco años’ se estrenó en el Teatro Valle Inclán en abril de 2016 con éxito de crítica y público. El espectáculo, el primero que el Centro Dramático Nacional ha coproducido con una compañía andaluza, se mantuvo durante siete semanas en cartel.
La obra es una nueva versión de aquella que diera a conocer a la compañía sevillana hace ahora 30 años: ‘Así que pasen cinco años’ de Federico García Lorca. En aquella ocasión el montaje permaneció en Madrid durante cinco semanas, en el Círculo de Bellas Artes, y supuso que Carmen Gallardo -cofundadora del grupo- fuera elegida actriz revelación en 1986. Ahora Carmen, que encarnaba -entre otros- al Niño Muerto, interpreta a la madre de éste y también vuelve a asumir el rol de la Criada.
La presente adaptación de ‘Así que pasen cinco años’ se acerca a la obra desde otra perspectiva. Si en la primera versión predominaba un cierto tono “naif”, en esta ocasión la atmósfera es mucho más inquietante y siniestra, conservando toda la calidad poética del texto. Se percibe el fuerte influjo que le imprimió a su director la puesta en escena de ‘El público’, la otra obra de Lorca llamada por él mismo como “teatro imposible”. Esta obra fue llevada a escena por Atalaya justamente en mitad de este lapso de 30 años. Al igual que en el año 86, que se estrenó por vez primera en el CDN dirigida por Lluís Pasqual, este año también ha sido llevada a escena por Àlex Rigola.
El espacio escénico corre a cargo del director y la composición musical, que toma un gran protagonismo en el universo onírico, ha sido creada por Luis Navarro. Nueve son los actores que afrontan los veintitantos personajes, tres intérpretes más que en la primera versión, lo que permite una mayor coralidad en la actuación, uno de los denominadores comunes en el lenguaje de Atalaya.
