Autoficción, celebración, absurdo cotidiano y música en ‘Roland mon amour’ de Cris Balboa

La creadora gallega estrena su nueva pieza en el CDN de Madrid
El Centro Dramático Nacional presenta Roland mon amour, espectáculo escrito, dirigido e interpretado por la creadora gallega Cris Balboa, quien lo define como «una pieza de teatro musical donde juego con el texto y el material sonoro para llevar al público a una especie de celebración».
Roland mon amour es el resultado del paso de Cris Balboa por las Residencias Dramáticas de la temporada 2022-2023 del CDN. Ahora, la artista presenta el estreno absoluto de su puesta en escena, entre el 21 de marzo y el 20 de abril en el Dramático, en la que, como en anteriores propuestas artísticas suyas, presenta el absurdo cotidiano, en este caso de ser artista gallega, en la búsqueda de un diálogo generacional donde la palabra, la acción, la danza, el audiovisual y la música conviven en el escenario.
En palabras de Cris Balboa, «los materiales que están muy presentes en Roland mon amour son el texto, la música y la textura a través de la instalación que ha hecho Mauro Trastoy en el espacio. El material textual, sonoro, plástico y físico (corporal o movimiento) genera esta propuesta, que trabaja la búsqueda de sensaciones y no tanto la dramaturgia».
Cris Balboa, que ha escrito la dramaturgia con la asesoría del artista Alberto Cortés, ha concebido la puesta en escena del montaje como «una noche de fiesta». La creadora gallega aparece sola en escena tocando un sintetizador Roland vestida por Gloria Trenado, en un espacio con moqueta roja intervenido artísticamente por Mauro Trastoy, con luces de neón y flúor firmadas por Laura Iturralde y con el espacio sonoro diseñado por la propia Cris Balboa con el sonido de Óscar Villegas.
La autora y directora asegura que «quiero que el público sienta que estamos celebrando algo. Este lugar está vestido de fiesta para hacer un alegato de mis dramas personales. Es un texto de autoficción donde relato mi relación con la escena como artista galega. Para mí la celebración es estar en un sitio como el Teatro María Guerrero con un trabajo tan personal y que está en fricción con la idea de lo que es el teatro. Celebrar que he llegado hasta aquí. ¿Cómo me arropo de este espacio y cómo lo transformo? Es teatro, es performance. No se sabe».
Cris Balboa habla, cargada de humor e irreverencia, sobre lo que es para ella ser mujer artista en su Galicia natal; del proceso que ha vivido durante su trayectoria vital y profesional. Tiene claro que «para mí ser una artista galega es casi como no ser artista. Haber sentido que todos mis trabajos artísticos se han quedado en el limbo». Para ello, centra su mirada en las pequeñas cosas. «Me he hecho una focalizadora de lo cotidiano. Y ahí encuentro los grandes temas de siempre: el amor, el deseo, la precariedad o el hecho de ser artista. En lo pequeño está la visceralidad, cómo nos sentimos en nuestro día a día, nuestra relación con los demás», afirma.
La artista explica: «Yo presento, con bastante humor, donde están los males endémicos de ser artista en artes vivas en Galicia, lo que vale para muchas otras partes de España, pero yo hablo de mi contexto. En Galicia es muy precario porque casi no hay tejido cultural para ciertas propuestas contemporáneas. Por ello, sobrevivir y dedicarte a esto lo sientes casi como una enfermedad o una maldición». Confiesa también que «juego con el apego a una cierta forma de vida, de ser galega: comer y beber bien, tener tiempo y calidad de vida, cosas que no te da la ciudad; pero luego está la parte oscura, la vida cultural en Galicia deja mucho que desear, hay mucha desatención, hay un vacío, desde la crisis económica a mis 40 años, que ha sido un páramo muy grande a nivel creativo».
Por todo ello, concluye que «estamos doloridas las artistas galegas, tenemos una pena grande, porque se nos han pasado los años, la juventud, intentado luchar por un camino creativo un poco diferente al convencional (no digo que tenga que ser espectacular), un camino en los márgenes».
Roland mon amour, producción del Centro Dramático Nacional con Cris Balboa y el Centro Dramático Galego, podrá verse en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero desde el 21 de marzo y hasta el 20 de abril. Además, habrá dos funciones en gallego con sobretítulos en castellano los días 15 y 16 de abril.